Sophie Turner está acostumbrada a que el público hable de su trabajo, pero esta vez fue ella quien puso las cartas sobre la mesa y habló de lo asqueroso que fue para ella grabar las escenas íntimas en “The Dreadful” con Kit Harington.
La actriz británica sorprendió al contar uno de los momentos más incómodos de su carrera que fue grabar escenas íntimas con su compañero de la exitosa serie y amigo desde la adolescencia.
Sophie Turner y su papel como Sansa Stark
Sophie Turner creció frente a millones de espectadores. Tenía apenas 13 años cuando fue elegida para interpretar a “Sansa Stark”, uno de los personajes con mayor evolución dentro del universo de “Juego de Tronos”.
Con el final de la serie, Turner se consolidó como un rostro imprescindible de su generación.
Llegaron el cine de autor, los grandes estudios y personajes icónicos como Jean Grey en la saga X-Men. Sin embargo, hoy la actriz parece más interesada que nunca en tomar decisiones creativas desde otro lugar.
Ese es el contexto de “The Dreadful”, una película de terror gótico ambientada en la Inglaterra del siglo XV, donde Turner no solo protagoniza la historia, sino que también funge como productora.
Un paso lógico para alguien que ha pasado más de media vida dentro de sets de grabación.
La propuesta a Sophie Turner sobre las escenas íntimas con Kit Harington
Durante la lectura del proyecto, la directora Natasha Kermani le preguntó a Turner a quién imaginaba para el papel masculino principal.
La respuesta fue inmediata y fue Kit Harington. La elección tenía sentido profesional, pero emocionalmente abría un escenario inesperado.
Turner lo ha explicado con humor y es que al leer el guion, las escenas románticas aparecían una tras otra.
Besos, cercanía física y situaciones que, en papel, funcionan… hasta que recuerdas que enfrente estará alguien a quien ves como un hermano mayor.
La reacción de Harington al recibir la propuesta fue igual de honesta ya que debía aceptar el reto sabiendo que sería “extrañísimo”.
Las escenas íntimas de Sophie Turner y Kit Harington
La anécdota que más ha dado de qué hablar ocurrió durante el rodaje de la primera escena de beso.
Lejos de la química que el público suele imaginar, ambos actores reaccionaron con arcadas reales. No fue actuación, fue incomodidad pura.
Turner lo describió como uno de los momentos más desagradables de su trayectoria, aunque también dejó claro que el profesionalismo terminó imponiéndose.
Una vez superado el shock inicial, ambos lograron separar la amistad de la ficción y sacar adelante el proyecto.
El relato conecta con algo que pocas veces se discute abiertamente: actuar escenas íntimas no siempre es glamour, deseo o romanticismo.
Muchas veces es técnica, confianza y una gran capacidad para desconectar lo personal de lo laboral.
Lejos de generar tensiones, la experiencia reforzó la amistad entre Turner y Harington.
Ambos han dejado claro que su vínculo sigue intacto y que trabajar juntos nuevamente fue, pese a todo, una experiencia valiosa.
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