En un mundo donde lo comercial parece dominar casi cualquier industria, hay espacios que siguen resistiendo con arte, intención y paciencia. La perfumería de autor es uno de ellos.
Y para entender por qué está viviendo un momento tan poderoso, platiqué con Omar Durán, CEO de Peony Prestige, una de las casas que más ha impulsado el mercado de nicho en México. Su visión es técnica, apasionada y profundamente humana, y deja claro que un perfume de autor no nace para vender millones, sino para decir algo.
¿Qué diferencia a un perfume de autor con uno comercial?
Para Omar, el punto de partida es muy simple, pero marca la distancia entre dos mundos. “La diferencia más importante de estos dos rubros de perfumería son tres pilares principales”, dice. El primero es la narrativa. “La perfumería de autor lo que hace es contarte una historia. Te cuenta una historia detrás de cada una de las fragancias. O sea, cada elemento que tú percibes dentro de la fragancia o de la misma botella te cuentan algo”.
En contraste, explica que las marcas comerciales crean fragancias enfocadas únicamente en vender. “Únicamente lo que hacen es hacer jugos que vendan… no necesariamente te cuentan una historia, simplemente ellos siguen tendencias de qué es lo que se vende”. Y por eso, añade, “seguramente lo has podido percibir en muchas marcas: se repiten los aromas… porque lo que buscan es vender masivamente”.
El segundo pilar tiene que ver con quién está detrás de cada botella. “Las empresas que se dedican a este tipo de producción, su principal negocio es el crear perfumes”, dice sobre las casas de autor. “No son una división de una multinacional, como por ejemplo Chanel o Versace, quienes canalizan a un tercero que les haga los jugos”.
Esa distancia de la creación afecta directamente la calidad y la intención: “No se enfocan tanto en esta parte de la calidad; simplemente tienen que llegar a un cierto precio”.
En cambio, las fragancias de autor nacen desde otro lugar. “Aquí se cuenta esta historia, se usan materias primas mucho más complejas, mucho más caras. Los perfumistas se enfocan más en expresar algo y contarte una historia”.
El tercer pilar es la libertad creativa. “Ellos no tienen un presupuesto en cuestión de una marca comercial”, explica. Cuando existe un tope económico para fabricar el aroma, se limitan los ingredientes. En el nicho, esa frontera desaparece y eso se nota en el resultado: “Los productos de autor son fragancias que duran más tiempo en la piel y, de hecho, luego, luego sabes que es diferente a una comercial porque no huelen algo masivo”.
Ese uso de ingredientes naturales también provoca que cada piel cuente su propia versión del perfume. “Cuando tú lo pones en la piel, va a oler diferente en cada persona”. En otras palabras, la historia no solo está en la botella: continúa en quien la porta.
El arte detrás del frasco: ¿cuál es el proceso de un perfume de autor?
Hablar de tiempos es fundamental para entender este universo. “Las fragancias de autor normalmente duran entre dos a cinco años en hacerse”, dice Omar. Todo inicia con un brief claro: la historia que la marca quiere contar.
Entre las más de 30 casas que representa, pone un ejemplo fascinante: la corona de la Reina Isabel. Antes de siquiera pensar en notas olfativas, se investiga: “Qué elementos tiene la corona, qué tipo de gemas, qué colores”.
Cuando esa idea está bien aterrizada, llega el turno del perfumista. “El perfumista lo que hace es que al director creativo le muestra varias opciones; el abanico de aromas en las que yo creo que por ahí nos podemos ir”. A partir de ahí empieza un proceso casi quirúrgico en el que ambos trabajan juntos para ajustar la fórmula: “Oye, métele un poquito más de esta nota, quiero que dure más, quiero que el secado sea más fuerte, etc.”.
La estructura clásica de la perfumería; las notas de salida, corazón y fondo, también se transforma en este proceso. “Muchas veces en la parte de nicho juegan mucho con los elementos; en vez de meter las bases, las meten de hecho en la salida”. Es decir, alteran las reglas para crear experiencias nuevas.
Luego vienen los ingredientes. Algunos requieren años de proceso para obtenerse. Otros tienen un trasfondo ecológico delicado. Para responder a esas limitaciones, la tecnología se ha convertido en aliada de la perfumería de autor. Omar lo explica de forma casi futurista:
“Hay unas tecnologías que ponen una cúpula arriba del ingrediente… saca los aromas y en la computadora saca ya a nivel molecular lo que la fragancia puede hacer”. Así es como hoy se pueden desarrollar notas que antes parecían imposibles: “La champaña, el algodón de azúcar, cómo huele el papel, la corona, lo puedes ya traducir en la fragancia”.
Pero quizá lo más mágico de todo es la capacidad de un perfume para contar experiencias completas. Omar habla de una fragancia de limón que no solo huele a limón, sino a la tarta de limón completa: “Tiene un poquito como de vainilla, termina con esta parte como de mantequilla, literal huele como si te estuvieras comiendo una tarta de limón”.
Ese nivel de detalle sensorial es exactamente lo que este tipo de perfumería busca despertar.
Tendencias en perfumes para el 2026
El panorama actual viene cargado de frutas. “Ahorita están muy de tendencia las frutas; llevan como tres, cuatro años”. El lichi abrió el camino, después llegó la guayaba y ahora es el turno del mango. “A la gente le gusta esta parte de que se siente como comestible; lo gourmet está muy de moda”.
Entre los ingredientes estrella está uno inesperado: “El pistacho se puso de moda; viene muchísimo”. También están creciendo las combinaciones inspiradas en café: “Café con anís, café con chocolate: esta parte chocolatosa, medio de café”.
Pero lo más interesante quizá es la creatividad detrás de estas fusiones. Omar menciona una experiencia sorprendente: “Acabo de oler guayaba y chile habanero. Suena medio raro, pero ya cuando te lo pones en la piel, huele”.
¿Cómo se llega a estas ideas? Una vez más, la tecnología está empujando los límites. “Pueden jugar con muchos ingredientes; te ponen una tarta de limón y logran que dure muchísimo, algo que normalmente no pasa con los cítricos”. La perfumería ahora puede recrear sabores, texturas y momentos completos.
Dónde encontrar perfumes de autor en México y cómo elegir el tuyo
En México, el interés por la perfumería de autor ha crecido de manera notable y Peony Prestige ha sido una de las plataformas más importantes para acercar estas marcas al público.
Omar lo explica desde el corazón de la experiencia: un perfume no sólo se usa, también se siente. “El perfume tiene el poder de hacer cambiar de humor; los aromas te pueden hacer cambiar tu estado de ánimo”.
Por eso, elegir uno no es cuestión de seguir tendencias, sino de escuchar lo que provoca en ti. Desde recordar a tu mamá, hasta revivir el día de tu boda, cada persona encuentra algo distinto. “El sentido del olfato es el único que está conectado con tu subconsciente”, dice Omar. Esa conexión explica por qué los perfumes de autor buscan provocar emociones más que simplemente agradar a todos.
Actualmente, puedes ir al Palacio de Hierro en Polanco y buscar un asesor para que puedan orientarte a encontrar el perfume correcto: “Tenemos asesores de todas las tiendas y nuestros chicos están muy capacitados”. Tenemos una zona VIP donde los sentamos, platicamos con ustedes, vemos cuál es su necesidad”.
No obstante, la recomendación de Omar es ponerse en contacto vía WhatsApp o sus redes sociales porque vale la pena invertirle el suficiente tiempo al perfume de autor que satisfará todas tus necesidades: “Nosotros lo que más queremos es que se vayan satisfechos y no venderlos lo primero que haya”.
Si estás buscando el tuyo, la recomendación es ir sin prisa. Deja que un aroma te cuente algo. Si te transporta, si te cambia un poquito el humor o te regresa a un recuerdo, probablemente ese sea.
¿Lo sabías?
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Coordinadora de Chic Magazine digital. Egresada de la Licenciatura en Comunicación de la FES Acatlán. Vivo de cine, los libros, videojuegos y la buena comida.
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