En el estado de Jalisco se ha generado una nueva polémica que se relaciona con las relaciones de pareja, pues se han propuesto matrimonios temporales, pero ¿qué son y cómo se planea que funcionen?
Una reciente iniciativa presentada en el Congreso local propone una reforma al Código Civil que podría transformar por completo la forma en la que concebimos el matrimonio, es decir, un contrato con vigencia limitada que va de los dos a los cinco años, con posibilidad de renovación.
¿Cómo son los matrimonios temporales?
Las parejas podrían formalizar su unión por un periodo determinado, y al terminar ese tiempo decidir si continúan o no.
El objetivo, según sus impulsores, no es banalizar el compromiso amoroso, sino adaptarlo a las dinámicas de las parejas en la actualidad de convivencia y ofrecer una solución práctica a los problemas legales que enfrentan quienes viven en unión libre.
¿De dónde surge la idea de los matrimonios temporales?
El diputado local Enrique Velázquez es el responsable de poner este tema sobre la mesa.
Inspirado en modelos jurídicos de algunos países europeos, Velázquez argumenta que el modelo de matrimonio permanente ya no responde a la realidad de muchas parejas.
En su propuesta, un “matrimonio por tiempo determinado” brindaría seguridad legal y emocional sin obligar a permanecer en una relación insatisfactoria solo por los complicados trámites de divorcio.
“Estamos viviendo otros tiempos”, declaró. “Hoy en día muchas personas prefieren vivir juntas sin casarse, pero eso no las protege legalmente. Esta figura permitiría regular sus derechos y obligaciones desde el inicio”.
¿Cómo funcionarían los matrimonios temporales?
De aprobarse, esta figura se implementaría como un contrato de convivencia civil que se firma ante el Registro Civil o ante notario público.
El documento incluiría detalles clave sobre propiedad, responsabilidades económicas, custodia de hijos (si la pareja los tiene) y condiciones para la renovación o término del vínculo.
Al llegar la fecha de vencimiento, la pareja puede decidir renovarlo bajo los mismos términos o modificarlo si las circunstancias han cambiado.
Si no desean continuar, el contrato simplemente se da por terminado, sin la necesidad de un proceso judicial prolongado.
Velázquez insiste en que esto no representa un “divorcio exprés”, sino una forma de evitar conflictos legales, proteger el patrimonio común y garantizar acuerdos justos desde el principio.
Sin duda alguna, generaría menos gastos y problemas con divorcios, pero seguramente también generaría algunos costos de renovación de matrimonio en caso de que las parejas desean continuar, por lo que esto ha dividido muchas opiniones; ¿qué piensas al respecto?
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