En el cine, como en la moda, todo comunica: cada textura, cada color, cada forma. Para los diseñadores mexicanos Olmos y Flores, el séptimo arte ha sido desde siempre una fuente de inspiración emocional y estética. Por eso, cuando recibieron la invitación para reinterpretar el universo de Jurassic World en una colección textil, no dudaron en aceptar el reto con la misma pasión con la que, desde niños, imaginaron aventuras entre dinosaurios y selvas prehistóricas.
El resultado es una línea de 11 piezas de indumentaria genderless que extiende la narrativa cinematográfica más allá de la pantalla. Camisas, hoodies, playeras y una tote bag componen esta colección que, más que una interpretación literal, busca generar un puente emocional entre la audiencia y la historia. "Queremos provocar emoción, nostalgia, ese recuerdo que te hace volver a ser niño al ver la película y decir: 'quiero ser ese protagonista'", afirma Víctor Olmos.
Jurassic World: del cine a la moda
Para Víctor Olmos, la moda y el cine son lenguajes paralelos que comparten un principio fundamental: contar historias. Su práctica, desde que fundaron la marca en 2009, se ha distinguido por crear piezas cargadas de narrativa, sensibilidad y referencias culturales. Esta colaboración con Jurassic World: Renace (Gareth Edwards, 2025) no es la excepción: "Las películas, como la moda, tienen una estética visual. Y cuando eres muy observador, empiezas a seleccionar elementos que hacen referencia a espacios, tiempos y personajes. Esas piezas construyen la historia", explica Víctor.
El proceso creativo comenzó con una lluvia intensa de ideas: alrededor de 50 bocetos iniciales que, eventualmente, se depuraron hasta llegar a la selección final. "Fue como ese niño que no quiere que le tiren ningún dibujo", cuenta Alí Flores. El reto no estuvo solo en diseñar, sino en sintetizar una gran cantidad de imaginarios y traducirlos en una propuesta coherente, sin perder el equilibrio entre el universo cinematográfico y el ADN de su marca.
En ese diálogo creativo, los diseñadores encontraron libertad, pero también responsabilidad. Al tratarse de una franquicia con un peso cultural tan significativo, la colaboración requirió atender ciertos lineamientos. "Como en cualquier trabajo en equipo, hay que escuchar a los demás. Estas limitaciones también son parte del respeto mutuo: nosotros hacia la franquicia, y ellos hacia lo que representa nuestra marca", comenta Alí.
La colección no rehúye a los códigos visuales de la saga: texturas que evocan la selva, paletas de color que remiten a los escenarios de la franquicia, y gráficos que dialogan con la iconografía jurásica. Pero todo pasa por el filtro estético de Olmos y Flores, reconocible en los estampados, los cortes, la construcción de las prendas. "Aunque veas una sudadera negra con el logo de Jurassic World, para nosotros no es una pieza genérica. Tiene un significado muy grande porque cuenta una historia desde nuestro corazón y desde nuestra alma", puntualiza Alí.
Como en otras colecciones de la firma, lo mexicano se filtra de manera natural: en la elección de colores vibrantes, en los estampados con sentido de identidad, en el guiño a la camiseta de fútbol como emblema popular. "Parte de lo que nos construye como mexicanos es esta carga visual. Colores, texturas, elementos que siempre vamos a apreciar y que se traducen en nuestra forma de diseñar", dicen.
Esta colaboración con Universal, además de traducir una narrativa cinematográfica al lenguaje de la moda, también abre un espacio de conexión emocional. Para Olmos y Flores, cada prenda es una extensión de la historia, una forma de activar la memoria y revivir lo que una película puede hacer sentir. Desde su visión, la moda no solo viste: también recuerda, sugiere y transforma.
La colección de Olmos y Flores inspirada en Jurassic World: Renace se encuentra disponible a través de Liverpool.
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