Seguramente el sueño de tu bebé es uno de los temas que más te preocupan desde el día en que lo tuviste por primera vez entre tus brazos, y es porque la intuición de mamá nunca falla; a continuación te explicaremos cuál es la importancia de esta necesidad biológica y física básica del ser humano, desde la infancia.
Te parecerá impresionante, pero el sueño es un comportamiento aprendido, según nos explica Michelle Grinberg, sleep coach certificada por el Instituto de Sueño Infantil y fundadora de Dulces Sueños, un espacio seguro y con información necesaria para recibir a los nuevos integrantes de las familias, que buscan apoyo para adaptarse a la retadora etapa que es la maternidad.
¿Cómo puedo enseñar a dormir a mi hijo?
Queda claro que cada bebé es diferente y también cada familia, y aunque no exista una fórmula universal, la realidad es que sí podemos ayudar a mejorar la calidad de sueño de nuestros pequeños.
¿Cómo? Una buena base se forma gracias a las rutinas, horarios y ambiente de descanso, de esta manera podrás fomentar a que tu hijo concilie el sueño de forma independiente.
¿Cómo lograrlo?
Uno de los pasos más simples, pero a la vez más importantes es que los niños aprendan a diferenciar entre el día y la noche, respetar horarios establecidos para su descanso, para así formar una rutina que además beneficiará a todos los miembros de la familia.
Además, estos son algunos tips que la especialista en sueño, Michelle Grinberg, nos da para conseguirlo.
- Utilizar ruido blanco
- Acostar al bebé en su cuna, así reconocerá su propio espacio
- No escatimar en siestas
- Paulatinamente ir alargando los periodos de sueño nocturnos
¿Cuánto tiempo debe dormir un bebé?
Esto dependerá de su edad, pero se estima que de los 12 a los 18 meses, durante la noche ya pueda dormir de 10 a 12 horas en promedio, con dos siestas al día.
De los 19 meses y hasta los dos años, las siestas se deberían reducir a una y hasta los 3 años mantener estas horas para su descanso.
Mientras que de los 4 a los 6 años podría abandonar las siestas por completo de forma natural y dormir máximo 11 horas.
La alimentación y el sueño en los bebés
Múltiples estudios han demostrado que el intestino y el cerebro se comunican a través del nervio vago y moléculas como la serotonina y la melatonina, las cuales mejoran su producción cuando el intestino tiene una microbiota saludable, se encargan de regular el estado de ánimo, la concentración, el crecimiento y la calidad del sueño.
Una microbiota intestinal saludable en los niños no solo influye en su digestión e inmunidad, sino también en su desarrollo cerebral, estado de ánimo, calidad de sueño y capacidad de aprendizaje. Cuidarla desde temprana edad es clave para su bienestar a largo plazo.
¿Cómo puedo cuidar la microbiota de mi hijo?
Consumir probióticos como Microbiot Fit Masticables, los únicos en México que contienen la cepa BPL1, puede contribuir a mantener una microbiota equilibrada. Además de su agradable sabor a fresa, son veganos, avalados por la FDA y seguros para los niños, lo que los convierte en una excelente opción para apoyar su salud integral desde temprana edad.
Esperamos que esta información y tips te ayuden a conseguir una buena calidad de sueño en tu hijo, que a la vez se refleje en un óptimo desarrollo a lo largo de su vida.
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