Si padeces migraña, las variaciones del clima no son un simple detalle meteorológico, pues pueden marcar el inicio de un dolor incapacitante, pero ¿a qué se debe y cómo lo puedes prevenir?
Aunque muchos lo atribuían a la intuición, la ciencia ha ido confirmando lo que los pacientes sospechaban desde hace tiempo, y es que el clima sí puede influir en la frecuencia y la intensidad de las migrañas.
¿El clima puede dar migraña?
La migraña es una enfermedad neurológica compleja, que afecta aproximadamente al 12 % de la población mundial, según datos de investigaciones globales como el Global Burden of Disease The Lancet.
No es simplemente un dolor de cabeza, pues esto implica alteraciones neurovasculares, desequilibrios en neurotransmisores como la serotonina y una marcada sensibilidad a estímulos externos.
Factores metereológicos que provocan migraña
Diversos estudios han explorado cómo el entorno climático actúa como detonante de migrañas.
De acuerdo con lo que señala Mayo Clinic, los cambios en la presión barométrica, humedad alta, aire muy seco o calor extremo pueden desencadenar crisis de migraña en personas susceptibles.
Aunque no solo ellos lo señalan de esta manera, pues la Sinus, Allergy and Migraine Study (SAMS) reportó que un 83 % de los pacientes con migraña mencionaron cambios climáticos como desencadenante, y un 73 % describió variaciones estacionales entre sus principales factores de riesgo.
La presión atmosférica que baja de forma abrupta podría alterar la manera en la que la sangre llega al cerebro y los vasos sanguíneos, mientras que la combinación de calor, humedad o sequedad contribuye a la deshidratación y al estrés vascular, creando un entorno ideal para el desencadenante de migrañas.
¿Qué causa la migraña?
Vivir con migraña es convivir con la incertidumbre constante. No es solo un dolor de cabeza fuerte, ya que puede implicar náuseas, vómitos, visión borrosa, fotofobia (sensibilidad extrema a la luz) y fonofobia (a los sonidos).
Cancelar planes, interrumpir el trabajo o retirarse a un cuarto oscuro puede volverse parte de la vida cotidiana de una persona que vive con migraña.
El problema es que ese radar no siempre detecta con tiempo.
Los cambios rápidos de temperatura y humedad que son cada vez más frecuentes con el cambio climático, obligan a quienes padecen migraña a estar siempre en modo de anticipación y ajuste constante.

¿Cómo evitar la migraña por el cambio de clima?
Aunque no existe una cura definitiva para la migraña, las investigaciones y los expertos coinciden en que ciertas prácticas ayudan a reducir el impacto de los detonantes meteorológicos.
Sigue los siguientes consejos si sufres de este malestar:
- Mantener una hidratación constante:
En el verano o en días de humedad alta, la deshidratación es un factor de riesgo comprobado para crisis.
- Control del entorno físico
Minimizar el calor extremo, usar espacios frescos, gafas de sol polarizadas y una rutina estable de descanso ayuda a reducir la vulnerabilidad ante cambios bruscos del ambiente.
- Atención médica personal y preventiva
Programas como el Migraine Research Program de la Mayo Clinic estudian la influencia de factores ambientales y genéticos para proponer tratamientos individualizados.

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