
A ver... sé que suena dramático, pero te juro que no estoy exagerando: pensar en el universo de John Wick sin Keanu Reeves es como imaginar a Harry Potter sin el elegido o a Sex and the City sin Carrie Bradshaw. Simplemente, no se siente bien y tampoco tiene sentido.
Y es que el actor sea el rostro de la franquicia, es más porque la franquicia ES de Keanu. La forma en que se mueve, el silencio que carga, las miradas que lanza antes de volarle la cabeza a alguien... todo eso lo convirtió en una figura casi mitológica.
Sin embargo, la cuarta película mató a su protagonista y ahora la saga tomó la decisión expandirse sin él como centro absoluto. Pero no puedo evitar preguntarme: ¿puede John Wick seguir funcionando sin Keanu? Vamos a analizarlo.
John Wick, el personaje hecho a la medida para Keanu Reeves
Uno pensaría que John Wick fue pensado con Keanu Reeves en mente, pero la realidad es que la película original se llamaba "Scorn" (o sea, “Desprecio”) y era otra historia muy distinta: un asesino viejo, reflexivo, con muchos diálogos y un perro igual de veterano. Nada mal, pero nada especial.
Todo cambió cuando llegó Keanu Reeves y su entrada al proyecto transformó todo. De repente, el asesino se volvió un hombre de pocas palabras, más ágil que reflexivo, y con un perrito tierno que hacía que quisiéramos protegerlo como si fuera nuestro. Y claro, aumentaron los muertos por minuto a niveles absurdos.
En términos más simples; el personaje se keanu-ficó, y la película también. Ahí fue donde John Wick dejó de ser una historia genérica de venganza y se volvió un fenómeno cultural.
Lo interesante es que, mientras otros actores de acción intentaban reinventarse, Reeves se limitó a ser él mismo, pero mejor. Se convirtió en ese héroe estoico con una sensibilidad rara, una especie de samurái moderno que nunca deja de sufrir, pero tampoco deja de disparar.
Así, entre coreografías impecables y una construcción de mundo fascinante (porque sí, la mitología de los hoteles, las monedas y los clanes es lo máximo), se cimentó una franquicia que parecía inquebrantable. Pero todo imperio tiene su punto débil.

El experimento de John Wick sin Keanu Reeves
Ahí es donde entra "Bailarina", el spin-off protagonizado por Ana de Armas. En papel suena interesante: una asesina con entrenamiento de ballet que busca venganza, situada entre los eventos de John Wick 3 y 4. La vimos brevemente en Parabellum, y la idea de expandir el universo no suena tan loca.
Pero cuando te enteras que rehicieron buena parte de la película, que trajeron al director original (Chad Stahelski) para arreglarla, y que el papel de Reeves, originalmente un cameo, fue inflado hasta casi protagonismo, empiezas a sospechar que el estudio no confía en que la historia se sostenga sin él.
Y con justa razón. Porque, aunque "Ballerina" podría ser buena (las primeras reacciones dicen que no es un desastre), el simple hecho de que promocionen a Keanu como si fuera parte central cuando estuvo en el set solo unos días, dice mucho.
¿Qué nos dice? Prácticamente que aún no están listos para dejarlo ir. Que no quieren apagar esa luz. Pero también dice que están dispuestos a estirar esa presencia hasta que ya no signifique nada.

¿Ya deberían dejar morir a John Wick?
Entiendo por qué Lionsgate quiere seguir exprimiendo esta franquicia. Les ha dado más alegrías que cualquier otro proyecto reciente. Pero también hay algo triste en ver cómo una historia que empezó siendo pequeña, con un alma muy clara, corre el riesgo de convertirse en un monstruo corporativo más.
Ya hicieron una serie ("The Continental") que nadie pidió y que terminó siendo un caos con Mel Gibson (¿por qué?), y ahora preparan más spin-offs; una precuela animada y hasta una quinta película. ¿No se supone que John Wick murió? Pues al parecer no, porque ya confirmaron que Reeves y Stahelski volverán… aunque ellos no han dicho nada al respecto.
Yo, como cualquier fan, tengo miedo de que esta historia, que siempre se sintió tan cool, tan contenida y distinta a otras franquicias de acción, acabe perdiendo su esencia. Porque sí, podríamos seguir viendo más asesinos con habilidades acrobáticas, más secuencias alucinantes, más lore extraño. Pero sin Keanu, ¿no se pierde el alma?
No estoy diciendo que deban matar el universo, pero quizás sí dejar morir al personaje. Que John Wick tenga su descanso eterno, y que si van a seguir, al menos sea con una propuesta fresca, auténtica, y no solo un intento de revivir lo que ya se fue.
Así que no. En mi opinión, el universo de John Wick no está listo para vivir sin Keanu y su estudio lo sabe. Tal vez algún día. Tal vez con un nuevo personaje que nos atrape igual. Pero por ahora, su ausencia se siente como una herida abierta.
Y si algo nos enseñaron estas películas, es que las heridas no siempre se curan con violencia. A veces, simplemente hay que dejarlas sanar.
¿Verás "Bailarina"?

Coordinadora de Chic Magazine digital. Egresada de la Licenciatura en Comunicación de la FES Acatlán. Vivo de cine, los libros, videojuegos y la buena comida.
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