Sin duda, “El Juego del Calamar”, se convirtió rápidamente en un fenómeno global, rompiendo récords de audiencia en Netflix y manteniendo en vilo a millones de espectadores con cada temporada.
Desde su re-estreno a mediados de este año, la serie generó un inmenso interés por el destino de sus personajes, especialmente el del jugador 456, interpretado magistralmente por Lee Jung-jae. El propio protagonista, en una reciente declaración, que ha sorprendido a sus seguidores estaría admitiendo abiertamente que el final de la serie no fue de su agrado.
La tercera temporada de “El Juego del Calamar”
El 27 de junio de este año, se lanzó la tercera temporada de la serie, esto tras seis meses de espera y dejándonos en suspenso desde su segunda entrega el 26 de diciembre de 2024.
Además de presentar el final de la serie, la tercera temporada de “El Juego del Calamar” trajo consigo una sorpresa en su último capítulo, dejando las puertas abiertas para una posible continuación de estos juegos, pero en Estados Unidos.
El jugador 456 interpretado por Lee Jung-Jae
Lee Jung-Jae no solo ha incursionado en la actuación, ya que también es cineasta y empresario. Si bien su debut en "Squid Games", lo catapultó como uno de los actores más populares de la década, desde antes Lee Jung ya era reconocido en las pantallas de Corea del Sur.
Su papel como el jugador 456, o mejor conocido como Seong Gi-hun, le valió para convertirse en el primer actor asiático en ganar el premio Emmy al mejor actor principal en una serie dramática. Además de los premios, su personaje ha sido uno de los más queridos por la comunidad.
¿Por qué a Lee Jung-Jae no le gustó el final de “El Juego del Calamar”?
Nuestro jugador 456, osease Lee Jung-jae, admitió públicamente que no fue de su total agrado el final de la serie, e incluso intentó convencer al director, Hwang Dong-hyuk, para que el final de la serie tomará otro rumbo.
En una declaración para The Wrap, Lee Jung diría "Yo también me sorprendí mucho cuando me enteré. Hablé bastante con el director sobre si realmente ese era el mejor final"
Este final no solo dejó impactados a los espectadores, sino que también tenía un propósito en la visión del director: influido por el contexto global actual, enfatizó la necesidad de proteger a las nuevas generaciones en pro de un futuro mejor. Si bien algunos consideraron el final como “injusto” o “innecesario”, otros reconocen la complejidad emocional y simbólica de este, agregando además la crítica social que se puede percibir a lo largo de la serie.
Al final, y pesar de sus dudas, Lee Jung-jae apoyó la visión del director, reconociendo el trabajo de las anteriores temporadas, así como la intención detrás del mensaje final.
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