Entre la música y el modelaje, Maya Östberg lleva una vida fascinante. Mientras que los focos y las cámaras definen su profesión, el ritmo del bombo y el brillo de los platillos reflejan una pasión igualmente intensa, mostrando así una personalidad multifacética y llena de matices.
Maya, aprovechando las increíbles locaciones de Nueva York para este photoshoot, ¿qué fue lo primero que te vino a la mente al ser parte de esta experiencia?
Fue una experiencia increíble. Me emocioné muchísimo cuando me hablaron de la idea que tenían para esta campaña, y el hecho de que Eleven People confiara en mí para llevarla a cabo fue una sorpresa total. ¡Me encantó!
¿Cuál fue el momento que más disfrutaste durante la sesión? Ya sea por el lugar, el ambiente o algún comentario que recibiste en la producción.
Caminar por la ciudad, hacer las fotos y descubrir los lugares increíbles que tiene Nueva York fue una experiencia padrísima.
Lo mejor es que el equipo hizo que todo fuera aún más divertido y ameno. Sin duda, algo único.
¿Cómo percibes ahora a esta gran ciudad después de haber trabajado en ella?
Quedé completamente enamorada. Aunque visitamos lugares que suelen ser más turísticos, siento que esta vez los viví desde una perspectiva diferente al estar ahí por trabajo.
Fue una experiencia muy especial y, en general, todo me pareció increíblemente bonito.
Sobre la elección de spots para las fotos, ¿hubo alguno que tú hayas sugerido y cuyo resultado te sorprendiera más de lo que esperabas?
En realidad, el crédito es todo de Abo. ¡Es un fotógrafo increíble! Ya tenía todos los spots en mente desde antes.
Recuerdo una anécdota mientras estábamos en el Brooklyn Bridge, íbamos caminando y hacía muchísimo calor, pero Abo sacó su cámara y, en medio de un mar de gente, empezó a disparar algunas fotos que terminaron siendo de mis favoritas. Nunca imaginé que saldrían tan bien.
Pensando en tu carrera como modelo y el ritmo de una ciudad como esta, ¿con qué tipo de retos te has enfrentado en cuanto al estilo de modelaje?
Fue toda una experiencia, muy distinta a lo que normalmente estoy acostumbrada. Generalmente, los shootings suelen ser en estudio o mucho más planeados, pero en Nueva York todo fue diferente, estar todo el día afuera, caminando con cámaras y producción, posando en medio de la gente, en plena calle. Fue intenso, sí, pero también muy interesante y enriquecedor

¿Hubo algo durante el shoot que te inspirara o te hiciera reconectar con las razones por las que decidiste ser modelo?
Esta experiencia me hizo reflexionar. En Nueva York tuve que posar entre multitudes, y sí, algunas personas se quedan viendo, hacen comentarios o simplemente observan por curiosidad.
A veces alguien te dice algo buena onda y luego sigue con su vida, como si nada. Me di cuenta de que nadie se va a quedar pensando en eso, porque hay miles de personas haciendo lo mismo.
Al final, entendí que no vale la pena vivir con pena o miedo al qué dirán, sino ser uno mismo y disfrutar el momento.
¿Recuerdas tu primera campaña o sesión de fotos como modelo? ¿Cómo viviste esa experiencia?
Sí, fue hace unos cuatro años para una marca de ropa. Recuerdo que fui a la tienda a comprar un vestido y la dueña me preguntó si me gustaría hacer unas fotos para la marca.
Acepté, aunque estaba súper nerviosa porque no tenía idea de cómo posar ni qué hacer. Pero ella fue muy amable y me hizo sentir cómoda, así que todo fluyó y al final salió muy bien.
¿Qué es lo que más disfrutas de esta carrera? Tomando en cuenta, tanto las experiencias como los aprendizajes.
Yo diría que lo que más disfruto de cada proyecto es todo lo que me deja. Desde nuevas amistades, descubrir lugares desconocidos, conocer gente increíblemente talentosa, pero, sobre todo, el hecho de seguir confiando en mí misma.
Por otra parte, sabemos que la música también es una parte importante en tu vida, especialmente porque practicas la batería, que incluso has tocado en distintos escenarios. ¿Qué representa para ti y qué sientes cuando estás envuelta en ella?
Sí, la música siempre ha sido parte de mí, es algo que disfruto profundamente y que amo hacer. Tocar batería me conecta conmigo misma de una forma muy especial.
Siempre que tengo oportunidad, regreso a mis clases para no perder la práctica. Es difícil ponerlo en palabras, pero es una pasión que me llena y que siempre quiero tener presente en mi vida.
¿Qué representa la música para ti? Considerando que hasta hace poco trabajabas como coordinadora en School of Rock.
Cuando no estoy tomando clases en School of Rock, estoy trabajando ahí, lo que dice mucho sobre cuánto significa la música para mí.
Tocar batería es más como una terapia, es un espacio personal donde me desconecto y simplemente disfruto hacer lo que más amo.
¿Te gustaría desarrollarte como baterista profesional o te inclinas más por seguir creciendo en el modelaje? ¿O te ves combinando ambas pasiones?
Ambos son pilares muy importantes en mi vida. La batería la disfruto mucho, pero como un hobby que me llena, y el modelaje lo veo como mi trabajo, aunque sinceramente no se siente así, porque me gusta tanto que también me divierte hacerlo.
Si pudieras elegir hacia dónde llevar tu carrera, ¿qué camino o industria te gustaría explorar más a fondo?
Yo creo que, además de la música y el modelaje, otro de mis favoritos es el cocinar, amo hacerlo.
Puede que llegase a tomar ese lado del camino en algún futuro, es algo que también me apasiona, siempre he tratado de combinar las cosas que más me gustan hacer.
Por último, si tuvieras que elegir una canción que represente esta etapa de tu vida, entre tu música y el modelaje, ¿cuál sería?
La verdad es difícil elegir sólo una. Cada canción es muy diferente y tiene su propia historia, ritmo, además de ser divertida de tocar. Por eso, creo que no podría quedar con una favorita en este momento.
“A veces creemos que todo el mundo nos está mirando o juzgando, pero en realidad no somos tan importantes para los demás como pensamos”.
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