Entre el vértigo de la tradición y la innovación, Rodrigo de León asume un doble desafío: honrar el legado de su abuelo y de su padre, pioneros en el desarrollo inmobiliario en México. Al mismo tiempo imprimirle a VIDUSA un pulso renovado, más humano, más consciente. Su voz se despliega con naturalidad entre los valores heredados, integridad, visión de largo plazo y compromiso con la comunidad, y la necesidad de innovar con proyectos que no sólo se midan en ladrillos o plusvalía, sino en auténticas historias de vida.
Rodrigo habla de negocios como habla de su familia, con una convicción que mezcla su propia fe con propósito. Casaire, la nueva joya de VIDUSA, es el espejo de esa filosofía, un desarrollo concebido como comunidad, diseñado para quienes buscan algo más que una casa, un lugar para vivir con arraigo, armonía y esperanza.
VIDUSA celebra más de cinco décadas de historia. ¿Qué significa para ti ser parte de ese legado y, a la vez, escribir tu propia página dentro de él?
Para mí, es un gran honor y una enorme responsabilidad seguir con el negocio que fundó mi abuelo y continuó mi padre. Al mismo tiempo, representa un compromiso profundo de honrar los principios que ellos establecieron, ser íntegro, mantener finanzas sanas y reinvertir las utilidades en reservas.
Lo más importante para mí, es impactar en las personas, nuestros compañeros de trabajo, los clientes a quienes vendemos casas y los municipios donde desarrollamos. Tengo claro que la unión de ambas visiones hace más enriquecedor nuestro trabajo. Lo que me motiva es hacer negocio para transformar vidas.
¿Cuál dirías que ha sido la enseñanza más valiosa que has recibido de generaciones anteriores de tu familia en el mundo empresarial?
La enseñanza más valiosa que he recibido es la importancia de arriesgarse y tomar decisiones con visión a futuro. Mi abuelo me marcó profundamente con su ejemplo, dejó un empleo estable y muy bien remunerado en un banco para seguir su sueño de emprender. Gracias a esa decisión, se convirtió en pionero dentro del sector inmobiliario, participando en la creación de Infonavit y en proyectos como Unidad Modelo en Escobedo, el primer desarrollo de vivienda en serie de México.
Ese legado no sólo impactó indirectamente a millones de personas, sino también directamente a más de medio millón de familias. De ahí nació VIDUSA, una empresa que hoy sigue creciendo sobre los mismos principios de valentía, innovación y compromiso con la comunidad.
En un sector tan competitivo como la construcción y el desarrollo inmobiliario, ¿qué distingue hoy a VIDUSA y cómo proyectas su evolución a futuro?
Lo que distingue hoy a VIDUSA es nuestro compromiso con el cliente. Cada proyecto lo desarrollamos con la convicción de ofrecer comunidades con verdadero valor, cuidando cada detalle y respaldándonos siempre en la seriedad que caracteriza a la empresa desde hace más de cuatro décadas. Nuestros clientes saben que con nosotros no sólo adquieren una casa, sino la confianza de estar invirtiendo en un proyecto sólido, humano y con visión de largo plazo.
De cara al futuro, seguiremos creciendo con la misma filosofía. Casaire, un proyecto nuevo de VIDUSA, es un claro ejemplo de hacia dónde nos dirigimos: desarrollos exclusivos, innovadores y con una propuesta de vida única, que fortalecen nuestra posición en el mercado y nos consolidan como una empresa que evoluciona sin perder sus valores fundamentales.
Háblanos de Casaire. ¿Qué es lo que hace especial a este nuevo proyecto y qué impacto buscas que tenga en la vida de las personas?
Lo que hace especial a Casaire es que no es sólo un desarrollo inmobiliario, sino una propuesta de vida única en el corazón de una zona exclusiva y segura, en un entorno que combina modernidad con armonía. Está pensado para quienes buscan más que un espacio, buscando pertenecer a una comunidad que trascienda. El impacto que queremos generar va más allá de la plusvalía.
Buscamos que Casaire se convierta en un lugar donde las familias puedan construir historias, vivir con tranquilidad y disfrutar de un estilo de vida excepcional. Nuestro propósito es que cada persona que forme parte de Casaire sienta que encontró el lugar ideal para crecer, disfrutar y vivir en familia.
¿Qué retos enfrentas como líder joven dentro de una empresa con tanta tradición y cómo los has transformado en oportunidades?
Uno de los principales retos es honrar la trayectoria de más de 50 años de VIDUSA mientras imprimimos una visión fresca y adaptada a las nuevas generaciones. En lugar de verlo como una dificultad, lo he tomado como una oportunidad para innovar, escuchar a los clientes con nuevas expectativas y fortalecer el talento interno.
Creo que la tradición y la innovación no son opuestos; al contrario, cuando se combinan, logran resultados extraordinarios y sostenibles.
Se habla mucho de lograr un balance entre la vida profesional y la vida personal. ¿Cómo lo vives tú en tu día a día?
Es un reto constante, pero también una prioridad. Me esfuerzo en planificar mi tiempo y establecer límites claros para dedicar calidad tanto al trabajo como a mi familia. Creo que cuando uno está bien en su vida personal, se refleja en su desempeño profesional.
Además, en VIDUSA fomentamos una cultura en la que nuestros colaboradores también puedan aspirar a ese equilibrio, porque entendemos que detrás de cada profesional hay una persona y una familia que son su motor.
¿De qué manera ser padre ha transformado tu visión de ser empresario?
Ser padre me ha dado una perspectiva mucho más profunda sobre lo que significa construir futuro. Antes veía cada proyecto como un negocio, hoy lo veo como un legado. Cuando pienso en mis hijas, me doy cuenta de que no sólo estoy edificando comunidades para los clientes, sino también para la generación de ellas y de miles de familias que sueñan con un hogar.
Ser padre me enseñó que ser empresario no se trata sólo de generar valor económico, sino de crear entornos donde las personas puedan crecer con seguridad, amor y esperanza.
¿Qué legado humano o personal te gustaría transmitirles a tus hijas más allá de los negocios?
Más allá de los logros empresariales, lo que quiero dejarles es un legado de fe, constancia, esfuerzo y servicio a los demás. Quiero que aprendan que lo verdaderamente valioso en la vida no son las posiciones ni los títulos, sino la capacidad de vivir con propósito, ayudar a otros y mantener siempre la humildad.
Mi deseo es que ellas vean en mí un ejemplo de que se puede alcanzar el éxito sin perder los valores fundamentales, y que encuentren su propio camino sabiendo que lo más importante es impactar positivamente la vida de quienes las rodean.
VIDUSA recientemente ha cambiado de eslogan. ¿Qué representa para ti y cómo conecta con la filosofía de la compañía?
El nuevo eslogan ‘Casas buscando dueños’ representa un cambio fresco y cercano, especialmente pensado para las nuevas generaciones que sueñan con tener un hogar propio. Para mí refleja la esencia de VIDUSA, no se trata sólo de construir viviendas, sino de crear espacios que esperan a la familia correcta para darles vida.
¿Cómo imaginas a VIDUSA y a Casaire dentro de 20 años?
En 20 años imagino a Vidusa aún más fuerte, más grande, pero sobre todo más humana. Una compañía que trasciende porque no se conforma con producir, sino que transforma, inspira y construye futuro. En 20 años Vidusa será una prueba de que cuando los valores y la visión se mantienen firmes, todo lo demás florece.
En el caso de Casaire, lo visualizo como un referente de exclusividad, un proyecto que seguirá marcando tendencia y manteniendo su valor en el tiempo. Nuestra apuesta siempre será crear desarrollos que trasciendan generaciones y que ofrezcan no solo plusvalía, sino también un estilo de vida único.
Si tuvieras que compartir hoy un consejo o mensaje dirigido a jóvenes empresarios que sueñan con trascender, ¿qué les dirías?
Si pones a Dios en el centro de tu vida y de tu empresa, vivirás y trabajarás con excelencia. El éxito verdadero no nace sólo del talento o del esfuerzo, sino de caminar bajo su dirección. Con Dios primero, todo lo demás encuentra orden y propósito.
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