Tras conquistar a la audiencia en la primera temporada de Accidente, serie de Netflix, el actor vuelve con una versión más humana y compleja de su personaje ‘Alex’. Su talento lo posiciona como una de las voces actorales más potentes de su generación.
Desde muy joven, la actuación formó parte natural de la identidad de Sebastián Dante. Y es que su formación en teatro y su curiosidad por explorar distintos métodos, lo llevaron a construir una técnica propia, nutrida de grandes referentes.
“Creo que uno, conforme va desarrollándose y envolviéndose en el oficio, va creando su propia técnica, su propia forma de trabajo. Tomo un poquito de Stanislavski, cosas de mi formación más teatral, del teatro físico, de Eugenio Barba, de Bruno Bert, quien fue mi maestro en la carrera, y así uno va agarrando elementos de aquí y de allá.
También depende mucho del proyecto, porque no todos los personajes tienen las mismas necesidades”, compartió.
El rango actoral que este artista ha construido entre el teatro, la televisión y el cine, ha moldeado su identidad artística, impulsándolo como una de las promesas más interesantes de su generación.
Explorar estos formatos, tan distintos entre sí, lo ha llevado también a encontrar su origen y su verdadera razón de ser dentro de la actuación.
“Yo lo que más hice desde niño fue teatro, y fue muy curioso porque era un niño bastante introvertido, a veces lo sigo siendo, me costaba muchísimo relacionarme.
Pero cuando hice una pastorela, mis papás vieron a un Sebastián que no conocían, no al de la casa, sino a alguien que se transformaba en escena. Y se los debo muchísimo, porque ellos me impulsaron.
Gracias al teatro, conocí la actuación y ese es mi origen. Pero en el caso del audiovisual, me permite tener retos en mi presente que hoy me parecen más emocionantes”, dijo.
Él ha aprendido a adaptarse al lenguaje distinto de la pantalla, donde la cámara observa cada gesto, mientras que las obras no tienen cortes y la intensidad puede sentirse en tiempo real.
Este contraste le ha permitido desarrollar nuevas habilidades, aunque conserva el mismo origen artístico.
“En la cámara hay uno o dos ojos mirando, ¿no? Entonces toca reestructurar el cuerpo, la voz, el gesto.
Es un lenguaje distinto que presenta otros retos, pero el origen sigue siendo el mismo, el ritual de la representación. Eso se aprende en teatro y nunca se olvida”, añadió.
Al repasar su trayectoria, es inevitable recordar algunos de los personajes que Sebastián ha interpretado, como ‘Alex’, quien regresa para una segunda temporada en la serie de Netflix titulada Accidente.
Sin embargo, cuando se le pregunta cuál ha sido el más significativo, no duda al responder con, Vicente Fernández en la serie El Rey. “Definitivamente, para mí ese antes y después fue ese personaje. Creo que fue mi primer rol verdaderamente protagónico en una historia audiovisual.
Me dejó muchísimas enseñanzas, mucho aprendizaje y marcó un antes y un después a partir de esa oportunidad que tuve”, recalcó.
Además, Dante le está dando continuidad a una historia que ha conectado profundamente con la audiencia. “Esta es una segunda temporada de un proyecto que nos dejó un gran sabor de boca y mucha emoción, un exitazo de Leonardo Padrón.
En la trama ha pasado un año desde la primera entrega y, más que el duelo inicial, ahora ocurre una acumulación de dolor, rabia y miedo que impulsa a los personajes.
En el caso de ‘Alex’, que antes estaba volcado en sostener a su familia, a su madre y a ‘Lucía’, esta temporada le toca mirarse a sí mismo y decidir qué quiere para su vida y su futuro”, afirmó.
Y aunque esta temporada representa una nueva etapa para ‘Alex’, hubo una escena en particular que llevó a Sebastián al límite de su actuación, retándolo a encontrar la manera más honesta de transmitir ese momento al público.
“Hay una escena muy importante, que prefiero no spoilear, en la que el personaje llega a su límite. Como actor, siempre busco nuevas formas de aproximarme, construir y generar esta ficción que tanto deseamos como performers.
Y en esta escena estaba muy nervioso; es de esas que lees desde el primer día y piensas ‘¿Cómo le voy a hacer para resolverla?’ Me clavé muchísimo, estuve ensayando y practicando. No siempre ensayo en audiovisual porque me gusta llegar fresco y evitar reacciones preconcebidas, pero esta escena demandó tanta energía que tuve que prepararla desde el primer día”, expresó.
Al profundizar un poco sobre su carrera, él comparte cómo ciertas emociones se intensifican cuando habita por completo a un personaje, especialmente cuando esas vivencias resuenan con las propias.
“Primero, como actor, está el vértigo y la emoción de estar justo donde siempre he deseado, dentro de la ficción, en la narrativa del drama. Las emociones cambian según el personaje. Cuando interpreté a ‘Vicente’ joven era un mar de fuerza, fuego, felicidad y tristeza al representar una vida tan compleja.
En cambio, con ‘Alex’ todo se mueve hacia lo oscuro, porque es un joven que la ha pasado difícil, que ha recibido violencia de su padre y que carga mucho dolor sin poder expresarlo.
Es algo muy del género masculino, esta imposibilidad de comunicar lo que sentimos. Mi personaje siente muchísimo, pero no puede soltarlo; se encierra, el dolor se vuelve resentimiento.
Y creo que ahí hay un aprendizaje también como actor y como hombre: preguntarnos por qué nos cuesta tanto trabajo decir que algo nos duele”, aseguró.
Para cerrar, le preguntamos a Sebastián Dante cómo imagina su futuro y qué otros caminos artísticos le gustaría explorar. Con convicción, menciona que el cine es una de sus grandes apuestas.
“Me gustaría hacer más cine, seguir trabajando en televisión y en series; es algo que disfruto mucho y quiero seguir desarrollando. Me entusiasma interpretar personajes distintos y diversos, he tenido la fortuna de encarnar miradas y perspectivas completamente contrastantes.
Quiero seguir contando historias desde lugares que no se parecen a mí, pero que siempre conectan con algo profundamente humano. Además, me interesa crecer como director; es algo que he hecho poco, pero definitivamente quiero escribir y dirigir mis propias historias”, conluyó.
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