Entre texturas, siluetas clásicas y tesoros que cuentan historias, Vanessa Villarreal ha construido un universo donde la moda trasciende el tiempo.
Fundadora de The Vintage Vault, un espacio dedicado a la curaduría de prendas de diseñador con pasado y propósito.
Vanessa rescata la elegancia de otras épocas para darle nueva vida en el presente. Su amor por las antigüedades y su ojo afinado para los detalles la llevaron a descubrir en el vintage no sólo una tendencia, sino una filosofía: la de vestir con conciencia, estilo y autenticidad.
Desde sus recorridos por Europa, hasta las pasarelas contemporáneas, su visión conecta el ayer y el hoy a través de piezas que narran historias, una costura a la vez. En esta plática, Vanessa comparte su inspiración, su proceso creativo y su forma de entender la moda como un acto de memoria y de expresión personal.
Vanessa, durante tus vacaciones por Europa, ¿qué fue lo que más te sorprendió o inspiró del panorama actual de la moda?
Durante las vacaciones de verano estuve en Europa y me llamó la atención una tendencia muy clara: en ciudades como Londres, especialmente en la zona de Knightsbridge, justo al lado de boutiques de lujo encontré tiendas de ropa vintage con piezas de diseñador en impecable estado.
Muchas de las telas, cortes y conceptos que observé en esas tiendas coincidían con lo que hoy se presenta en las pasarelas de otoño-invierno, confirmando que la moda siempre regresa, pero reinterpretada.
Actualmente, grandes tiendas departamentales de lujo como Selfridges, Le Bon Marché y Galeries Lafayette ya cuentan con su propia sección de prendas vintage o pre-loved, integrando esta visión consciente y curada dentro de su propuesta de moda contemporánea.
¿De dónde viene esa conexión tuya con los objetos antiguos y con historia?
Las piezas vintage me cautivaron, tal vez porque siempre he tenido una afinidad especial por las antigüedades.
Mi abuelita, la mamá de mi mamá, coleccionaba juegos de té, y desde niña me fascinaban las vajillas y la cristalería antigua.
En tus viajes por Europa buscabas vajillas y cristalería antigua, ¿cómo fue que esa pasión se trasladó al mundo de la moda y se convirtió en una revelación para ti?
Durante mis viajes por Europa solía buscar tiendas que tuvieran vajillas de Limoges, juegos de té o copas de cristal fino. Sin embargo, fue una verdadera revelación descubrir esa misma emoción trasladada al mundo de la moda.
Lo que más me llamó la atención fueron los abrigos y prendas de piel, como zorros o mink, que hoy vuelven a las pasarelas bajo una nueva narrativa: vintage fur, piezas elaboradas en una época en que el uso de pieles no era cuestionado, y que ahora se reinterpretan con respeto y conciencia, como parte de la historia y el legado de la moda.
Las piezas que llegan a The Vintage Vault tienen un estilo muy particular. ¿Cómo es tu proceso de curaduría y selección para elegir cada una de ellas?
Todas son cuidadosamente seleccionadas a través de un proceso de observación y curaduría. Primero analizo las pasarelas internacionales y estudio las tendencias que marcarán la temporada: los colores, las siluetas, los materiales y los detalles que definen el momento.
A partir de ahí, comienzo la búsqueda de prendas y accesorios que reflejen esas mismas líneas estéticas, pero con historia y autenticidad. Cada pieza elegida tiene un propósito: conectar el presente de la moda con su pasado, demostrando que el verdadero estilo es atemporal.
¿Qué sientes al saber que alguien puede encontrar una prenda con historia, calidad y diseño a un precio accesible gracias a tu proyecto?
Me da una profunda satisfacción saber que alguien puede encontrar una pieza fina, de alta calidad y con historia, a un precio accesible.
Desde tu perspectiva, ¿por qué crees que la moda vintage sigue siendo tan relevante en esta época?
La relevancia de la ropa vintage radica en la calidad de sus materiales y en el arte de su confección. Las telas, los acabados y el trabajo de las costuras reflejan una época en la que la moda se concebía con tiempo, dedicación y respeto por el oficio.
Son prendas creadas mucho antes de la era del fast fashion, cuando la durabilidad, la estructura y la elegancia eran los verdaderos valores del diseño.
Cada pieza guarda en sí la esencia de una época en la que vestir bien era una forma de arte.
Vivimos en una era dominada por el fast fashion y el consumo inmediato. ¿Qué crees que ha llevado a tantas personas a redescubrir el valor de lo único y lo bien hecho?
En un mundo dominado por la producción en masa, las personas valoran cada vez más lo único, lo bien hecho y lo que tiene historia. La conciencia sobre la sustentabilidad ha transformado la manera en que consumimos moda: elegir una prenda vintage no solo es una decisión de estilo, sino también un gesto a favor del medio ambiente.
Además, la ropa fina y de diseñador se ha vuelto cada vez más costosa, por lo que resulta especialmente atractivo poder adquirir una pieza vintage, con calidad, diseño y carácter, a un precio apenas superior al de algo fast fashion, pero con un valor infinitamente mayor.
Y, sobre todo, es algo verdaderamente exclusivo. Cada prenda es única, con su propia historia y esencia.
Las redes sociales hoy marcan tendencias a gran velocidad. ¿Cómo crees que esta inmediatez ha influido en nuestra forma de consumir moda y en el regreso del estilo vintage?
Creo que las redes sociales han tenido una gran influencia. Hoy es más fácil y accesible para todos conocer las tendencias de moda y ver, en tiempo real, lo que sucede en las pasarelas o en el street style alrededor del mundo.
Sin embargo, esta inmediatez también nos ha convertido en consumidores más impulsivos, muchas veces comprando por tendencia y no por calidad o propósito.
Por eso, el vintage representa una pausa consciente dentro de ese ciclo: una manera de redescubrir el valor de lo auténtico, elegir con intención y apreciar la moda como una forma de expresión duradera, no desechable.
Tu estilo personal refleja una mezcla entre lo clásico y lo contemporáneo. ¿Cómo lo definirías tú y qué elementos consideras esenciales?
Definitivamente, mi estilo personal es una mezcla entre lo clásico y lo contemporáneo, con un profundo aprecio por la calidad y los detalles.
Me atrae la elegancia atemporal: los cortes bien hechos, las telas nobles y los accesorios que cuentan una historia.
Ya para finalizar, ¿hay alguna pieza especial en tu colección que tenga una historia que te haya marcado de forma personal o emocional?
Tengo un anillo de una monedita de oro que compré en un mercado de antigüedades en Vienna.
Fue una experiencia muy significativa: el vendedor tenía una caja llena de anillos, pero entre todos, hubo uno que inmediatamente me llamó la atención.
Al probármelo, me sorprendió que me quedara perfecto, como si me estuviera esperando.
Cuando le pregunté al vendedor por su historia, me explicó que la moneda pertenecía a la antigua Prusia (un país que ya no existe).
Ese detalle me conmovió profundamente, porque mi tatarabuelo era originario de Prusia. Sentí que, de alguna manera, esa pieza me había encontrado a mí, como un recordatorio de mis raíces y del poder que tienen los objetos con historia.
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