Netflix vuelve a colocar el reflector sobre uno de los temas más dolorosos en Estados Unidos: la violencia armada en escuelas gracias a su nuevo documental llamado: “Todas las habitaciones vacías”.
Y es que, en este corto filme, la cámara no busca el morbo, sino la memoria. Ahí, entre juguetes intactos, libros abiertos y ropa que nunca se volvió a usar, se cuenta una historia que todavía pesa en miles de familias.
¿De qué trata “Todas las habitaciones vacías”?
Detrás del proyecto están Steve Hartman, corresponsal de CBS News, y Lou Bopp, fotógrafo. Durante siete años recorrieron el país visitando hogares marcados por estas tragedias.
Son visitas silenciosas, respetuosas, que construyen un retrato íntimo de lo que deja un evento así. No son números. No son titulares. Son espacios que se quedaron congelados en el tiempo.
La premisa es dura: mostrar la ausencia sin explicarla. Hartman y Bopp hablan con padres que, entre lágrimas y recuerdos, explican lo que cada objeto significa. El tráiler inaugura ese tono desde el inicio: una niña diciendo “hi”, seguida de Hartman reconociendo que durante años sintió que su trabajo ignoraba una realidad que ya no podía seguir evitando.
El documental intercala entrevistas con familiares, fotos personales, escenas capturadas por medios y material recopilado por autoridades. En cada caso, la habitación vacía es el puente hacia la vida que quedó suspendida.
Ellos son los niños recordados en “Todas las habitaciones vacías”
Entre las historias, destacan las de Hallie Scruggs y Gracie Muehlberger. Hallie, de 9 años, vivía en Nashville. Su cuarto sigue tal como lo dejó: Legos a medio armar, libros apilados junto a la cama y un pequeño cofre donde escondía cosas para que sus hermanos no las encontraran. Sus padres, Chad y Jada, no han movido nada. Su espacio es un instante detenido.
A más de 2,000 kilómetros, en California, está la habitación de Gracie Muehlberger, de 15 años. Adoraba sus Vans, a sus hermanos y a su familia. Murió en el tiroteo de Saugus High School. Sus padres, Cindy y Bryan, cuentan cómo ese cuarto todavía vibra con su energía, incluso cuando ya no está para llenarlo.
También aparece el cuarto de Dominic Blackwell, otro adolescente de Saugus, donde aún quedan dibujos de Bob Esponja y una canasta de ropa sin lavar.
En el baño de Alyssa Alhadeff, de 14 años, víctima del ataque en Parkland, Florida, sigue un tubo de pasta sin cerrar. Son detalles mínimos, pero cada uno golpea de manera directa: así de brutalmente se interrumpe una vida.
En total, ocho familias permitieron a Lou Bopp fotografiar estos espacios. En exposiciones recientes, el fotógrafo mostró parte de las más de 10,000 imágenes que tomó durante el proyecto. El resultado deja claro que estas habitaciones cuentan más que cualquier estadística.
Cuándo y dónde ver “Todas las habitaciones vacías”
“Todas las habitaciones vacías” se estrena en Netflix el 1 de diciembre y dura 33 minutos. Es un documental corto, pero emocionalmente intenso, así que no sorprende que ya haya sido premiado en festivales como SCAD Savannah, Santa Fe International y Montclair.
La producción llega justo trece años después del ataque en Sandy Hook, donde murieron 20 niños y seis adultos. Desde entonces, más de 160 menores han perdido la vida en tiroteos escolares en Estados Unidos.
No hay forma suave de decirlo. Por eso este documental existe: para que esas cifras tengan nombres, rostros y habitaciones que siguen esperando.
¿La verás?
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Coordinadora de Chic Magazine digital. Egresada de la Licenciatura en Comunicación de la FES Acatlán. Vivo de cine, los libros, videojuegos y la buena comida.
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