Si fumas un cigarro junto a la ventana y crees que con eso basta para que el humo no moleste a nadie debes saber que esto no es así, pues podrías estar haciéndole daño no solo a tu pulmón, sino a tu mascota; ya sea un perro, gato o cualquier animal que viva contigo.
Lo más preocupante es que muchos tutores ni siquiera lo saben, y si eres una de esas personas, debes tomar en cuenta lo que te revelamos a continuación.
Fumar con tu mascota es como obligarle a hacerlo
Así como el “fumador pasivo” en humanos sufre por la exposición al humo, los animales de compañía también lo hacen.
La Asociación Americana del Corazón (AHA) advierte que los perros expuestos al humo tienen mayor riesgo de padecer enfermedades respiratorias, alergias y hasta cáncer.
En el caso de los gatos, el panorama es todavía más alarmante. Una investigación publicada en el American Journal of Epidemiology detectó una correlación entre la exposición al humo de cigarro y un mayor riesgo de linfoma felino, una forma agresiva de cáncer. El riesgo se duplicaba si el gato vivía con un fumador.

El humo se queda en los animales
Lo que muchos ignoran es que el humo de tabaco no solo permanece en el aire. También se adhiere a muebles, alfombras, juguetes y al pelaje de los animales.
Esto se conoce como “humo de tercera mano”, y estudios recientes lo han vinculado con enfermedades crónicas.
Cuando un perro o un gato se lame el pelaje para asearse, está ingiriendo partículas tóxicas adheridas a su cuerpo. Es como si fumara directamente con cada lamida.
Una revisión científica publicada en Tobacco Control expone cómo el humo de tercera mano contiene sustancias cancerígenas que pueden mantenerse en el ambiente durante semanas.
Síntomas en tus mascotas por el humo del cigarro
Los efectos del humo de tabaco no son inmediatos, y ahí está el verdadero peligro. Tos persistente, dificultad para respirar, secreción nasal constante o falta de energía podrían ser señales tempranas de daño pulmonar en perros y gatos.
Pero muchas veces estos síntomas se confunden con alergias o envejecimiento natural.
Peor aún, algunas enfermedades derivadas, como ciertos tipos de cáncer, no muestran señales evidentes hasta que ya están muy avanzadas.
En ese punto, el tratamiento es costoso, agresivo y con bajas probabilidades de éxito.

Cómo proteger a los animales del tabaco
Lo mejor que puedes hacer para evitar este tipo de problemas en tus mascotas es dejar de fumar. Pero si eso no es una opción inmediata, hay otras acciones que ayudan:
- Nunca fumes dentro de casa ni en espacios cerrados con tus mascotas.
- Evita fumar en autos, incluso si llevas la ventana abierta.
- Lava regularmente las camas, mantas y juguetes de tus animales.
- Cepilla su pelaje con frecuencia y consulta al veterinario ante cualquier síntoma extraño.
- Considera usar purificadores de aire con filtro HEPA.
También puedes hablar con tu veterinario sobre los riesgos del humo de tabaco en animales. Ellos están cada vez más informados sobre este tema y pueden darte recomendaciones específicas según el tipo de mascota que tengas.

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