Puede que ya creas conocer esta historia clásica de que una prostituta mató a varios hombres y terminó muy mal, pero Aileen Wuornos fue mucho más que un titular amarillista; ¿sabes qué fue de ella? Te revelamos todo lo que debes saber con el estreno del documental de Netflix, "Aileen: La Reina de las asesinas en serie".
La plataforma Netflix vuelve a abrir su expediente con un nuevo documental que se estrena este 30 de octubre, y promete que el mundo vuelva a hacerse la misma pregunta; ¿fue realmente lo que se dice de ella?
¿Qué hizo Aileen Wuornos?
La etiqueta de asesina serial femenina es rara, por lo que el caso llama mucho la atención, en especial debido a que es casi una anomalía dentro del mundo criminal dominado por hombres.
Pero detrás del caso hubo un sistema que ignoró los abusos, la vulnerabilidad y las oportunidades perdidas… hasta que fue demasiado tarde.
Entre 1989 y 1990, Aileen asesinó a siete hombres mientras ejercía la prostitución en Florida.
Su declaración fue contundente:
“Todos iban a violarme. Me defendí”, expresó; sin embargo, años después se contradijo, asegurando que había actuado “por odio”.
La duda permanece incluso hoy, pues no se sabe si realmente buscaba protegerse o lo hacía por gusto.
Lo que sí está claro es que los juicios estuvieron teñidos de sensacionalismo y poco enfoque en su salud mental.
¿Qué pasó con Aileen Wuornos?
La mujer que causó tanta polémica, fue condenada a muerte en 1992. Pasó una década esperando su ejecución, sin visitas, sin aliados, salvo la prensa que la perseguía.
El 9 de octubre de 2002, Aileen recibió la inyección letal y sus últimas palabras parecían sacadas de una película de ciencia ficción, pues mencionó que volvería:
“Volveré como el Día de la Independencia… con la gran nave nodriza”, dijo.
¿Cómo fue la infancia de Aileen Wuornos?
Aileen nació en Michigan en 1956, en un entorno lleno de abandono y violencia.
Su padre fue encarcelado por delitos sexuales y se suicidó cuando ella era niña.
Su madre la dejó al cuidado de sus abuelos, donde sufrió maltratos constantes. A los 11 años ya consumía alcohol.
A los 14, había sido violada y quedó embarazada. Nadie intervino. Nadie escuchó. Lo que siguió fue una vida en las calles, pues la prostitución la usó para sobrevivir, y se enfrentó a relaciones caóticas, agresiones, armas y desesperación. Todo sin un lugar al que pertenecer.
Su historia no es sinónimo de justificación a sus actos, sino que se trata de la comprensión de lo que vivió hasta llegar a dónde la hizo incluso perder la vida y ahora es recordada como “la araña negra” o “el monstruo”.
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