La película “La chica zurda” (Left-Handed Girl), se ha convertido rápidamente en una de las producciones internacionales más comentadas de Netflix. El drama y la complejidad de la trama atraparon a los suscriptores, pero su final dejó a muchos con más preguntas que respuestas.
La clave para desentrañar el desenlace recae en un secreto familiar crucial, relacionado directamente con el personaje de I-Ann, y que permaneció a la vista de todos sin que nos diéramos cuenta.
¿De qué trata “La chica zurda”?
Estrenada el pasado 28 de noviembre de 2025, “La chica zurda” (Left-Handed Girl) llegó a Netflix como una de esas joyas discretas que conquistan por su sensibilidad.
Dirigida por Shih-Ching Tsou, la cinta sigue el regreso de Shu-Fen, interpretada por Janel Tsai, a Taipéi junto a sus hijas I-Ann y la pequeña I-Jing.
Para sobrevivir, la familia se instala en un bullicioso mercado nocturno donde venden fideos, un escenario que poco a poco revela tensiones económicas, heridas emocionales y secretos que llevan años guardados.
En medio de deudas, viejas infidelidades y presiones sociales, la historia plantea los desafíos de una maternidad solitaria dentro de un entorno donde tradición y modernidad chocan constantemente.
Así, este contexto caótico se vuelve clave para entender el giro final, el cual ha dado tanto de qué hablar entre quienes buscan historias profundas dentro del catálogo de la plataforma.
Este es el secreto de I-Ann que transforma todo
El clímax de la película llega durante una fiesta familiar, cuando I-Ann, ebria y enfrentándose a A-Ming, su amante casado, confiesa lo que ha ocultado durante años: I-Jing no es su hermana, sino su hija biológica.
La revelación expone cómo Shu-Fen decidió asumir la maternidad para evitar el escándalo de un embarazo adolescente, obligando a la familia a mudarse y sostener una dinámica marcada por silencios incómodos y expectativas rígidas.
Este giro explica la tensión entre las protagonistas, y da sentido a la manera en que cada una carga con culpas que no siempre les corresponden.
También enlaza con otro conflicto: la zurdez de I-Jing, que su abuelo califica como “mano del diablo”, condicionando su comportamiento y provocando pequeños robos que la niña no sabe cómo justificar.
Final explicado de “La chida zurda”
Después del caos, la película encuentra un respiro, ya que I-Jing acepta su identidad, devuelve los objetos robados y la familia retoma su vida en el mercado.
Y más que un final feliz, la cinta propone un cierre honesto: la vida continúa, incluso cuando los secretos salen a la luz y las heridas todavía duelen.
Esta visión conecta con el tono de la directora, quien ha contado que la historia está inspirada en experiencias migratorias personales, y en contradicciones sociales aún presentes en Taiwán.
El filme, que tuvo su estreno internacional en la Semana de la Crítica de Cannes 2025 y representó a Taiwán en la carrera hacia el Óscar, también lleva la mano del cineasta Sean Baker como co-guionista y productor.
Así, su estilo se reconoce en el realismo urbano y la textura emocional que recuerdan a los clásicos de Wong Kar-wai.
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