“La mujer de la fila", la nueva película de Netflix protagonizada por Natalia Oreiro, ha despertado un intenso interés por su historia real y su carga emocional. Basada en la vida de Andrea Casamento, la cinta retrata cómo una madre argentina transforma su dolor en una lucha por la justicia tras la encarcelación injusta de su hijo.
Su final ha dejado a muchos espectadores reflexionando sobre el amor, la redención y la fuerza de las mujeres que enfrentan la adversidad. Y si te quedaste con dudas tras verla, aquí te explicamos el desenlace de esta conmovedora producción, y el mensaje que la convierte en una de las películas más humanas del año en Netflix.
¿De qué trata la historia de “La mujer de la fila”?
El relato inicia el 4 de abril de 2004, cuando el hijo de Andrea Casamento, de apenas 18 años, fue detenido en Palermo por una acusación menor.
A pesar de no tener antecedentes, un fallo arbitrario lo llevó a prisión por seis meses, marcando el comienzo de un proceso lleno de dolor e impotencia.
A partir de ese momento, Andrea enfrenta la burocracia judicial y las duras condiciones del sistema penitenciario argentino, descubriendo un entorno hostil e indiferente.
El nombre “La mujer de la fila” surge de las interminables esperas a las puertas del penal, donde Andrea, como muchas otras madres, debía formarse durante horas para poder ver a su hijo.
Y en esas filas, encuentra no solo compañía sino una red de mujeres que, compartiendo la misma lucha, se transforman en su sostén emocional.
¿Cuánto tiempo esperó Andrea para la liberación de Alejo?
Durante su largo camino en busca de justicia, Andrea decide convertir su dolor en acción y funda la Asociación Civil de Familiares de Detenidos (ACiFaD), una organización que brinda apoyo a las familias afectadas por el sistema penitenciario.
Pero su historia toma un giro inesperado cuando conoce a Alejo, un preso con quien desarrolla un vínculo profundo que, con el tiempo, se convierte en amor.
Y de esta relación nace un hijo, Joaquín, y Andrea espera 16 años hasta la liberación de Alejo, un detalle que da aún más carga emocional a la narrativa.
¿Por qué “La mujer de la fila” es un retrato humano y social?
Dirigida por Benjamín Ávila, “La mujer de la fila” ha sido aplaudida por su realismo y su mirada empática hacia las mujeres que sostienen, muchas veces en silencio, a sus familias desde el otro lado de los muros.
Así, la cinta no solo aborda la injusticia judicial, sino también la fuerza de las mujeres que se rehúsan a rendirse ante un sistema que las margina.
A lo largo del filme, el personaje interpretado por Oreiro experimenta una profunda evolución: pasa de la desesperación y el enojo inicial, a una comprensión más amplia de la desigualdad y la humanidad que coexiste en las cárceles.
Y más allá de su impacto en Netflix, la película ha despertado debates sobre el sistema penitenciario argentino y los derechos humanos.
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