Entre luces decembrinas, tradiciones que se heredan y agendas que no se detienen, Mariana Rodríguez y Samuel García comparten cómo viven esta temporada de fiestas navideñas. Una conversación cercana en la que la familia, el servicio y el espíritu de estas fechas se entrelazan.
¿Cómo viven la Navidad en casa con Mariel e Isabel y qué tradiciones no pueden faltar en su familia? ¿Habrá algún cambio con la llegada de Isabel?
Mariana: Lo que no puede faltar es elegir el pino de Navidad, eso es lo primero que hacemos; luego vamos adornando el resto de la casa, en la entrada ya hasta pusimos inflables que a Mariel le encantan.
También vamos a comprar regalos para la familia y visitamos la Basílica de Guadalupe para dar gracias; desde hace cuatro años prepararnos para las posadas de Capullos, Monarcas y la llegada de Santa Claus en ambos centros.
Con Isabel, lo que cambia es que el amor y la ilusión se multiplican, tener a nuestras dos princesas es lo mejor que nos ha pasado como familia.
Si tuvieran que describir su Navidad familiar en una palabra, ¿cuál sería y por qué?
Mariana: Sin duda, gratitud. Somos muy bendecidos de poder estar en familia, tenemos dos niñas hermosas, un hogar lleno de amor y un trabajo en el que podemos ayudar a millones de personas en Nuevo León, en especial a las niñas y niños.
¿Cuál es la tradición navideña “no oficial” que solo pasa en su familia y que nadie más entendería?
Mariana: Desde hace cuatro años junto a Samuel tenemos la tradición de llevarle la Navidad y disfrutar las posadas con las niñas y niños de Capullos y Monarcas.
Ver sus caritas llenas de alegría al ver los regalos, es la mejor satisfacción que podemos recibir.
¿Qué momento marca realmente el inicio de la Navidad en su casa?
Mariana: Definitivamente, cuando ponemos el pino, para mí, lo mejor es ir a verlos y elegirlo.
La Navidad es mi época favorita del año, por eso en nuestra casa nos comenzamos a preparar después del Día de Muertos.
¿Quién se emociona primero con la Navidad en su casa: ustedes o Mariel?
M: Nosotros, sin duda. Llevamos semanas preguntándole a Mariel qué le va a pedir a Santa, siempre nos contesta algo diferente, pero ya entiende más la dinámica de escribir la cartita y pedir sus regalos. ¡Nos encanta ver su carita de ilusión!
¿Quién es el “alma de la Navidad” en la familia y por qué?
M: Creo que Mariel e Isabel, aunque a mí me encanta decorar todo de Navidad, los villancicos, tomarnos fotos, y ahora más que están nuestras princesas.Queremos que vivan esta época llena de magia e ilusión.
Si su familia fuera un personaje navideño, ¿cuál serían y por qué?
M: La Familia WHO de la película de El Grinch, es una de nuestras películas favoritas en Navidad.
¿Qué papel juega cada quien en la celebración? (el que ambienta, el que organiza, el que llega tarde, el que pone música, etcétera).
M: Samuel es el de la comida, yo soy la de los regalos y Mariel e Isabel son las de la magia.
¿Cómo hacen para mantener la calma y el buen humor en medio del ajetreo de estas fechas?
M: Diciembre es un mes en el que tanto la agenda de Samuel como la mía están llenas de eventos. Nos toca empezar con todos los preparativos para la posada y entrega de regalos en Capullos y Monarcas.
Pero lo que nos motiva y nos llena de ánimo es poder llevarles la Navidad a muchas familias, niñas y niños, desde juguetes, cobertores y refugios para el frío. Eso es nuestro mayor regalo.
¿Cómo celebran Samuel y Mariana con sus familias, tanto el 24 como el 25 de diciembre? ¿Se juntan al recalentado?
M: Sí, Navidad nos gusta celebrarlo en familia nosotros cuatro, pero también vamos con la familia de Samuel, con la mía, visitamos a nuestros abuelos. Son días de comer, abrir regalos y de estar todos juntos.
Platillo navideño favorito de cada uno.
M: Nos gusta mucho cenar pierna y pavo, pero a ver qué nos cocina este año el ‘Papáncake’.
¿Mariel espera a Santa Claus o al Niño Dios? ¿Y qué pide de regalo?
M: Espera a Santa Claus. El otro día, en el evento de la MacroNavidad, su papá le preguntó y dijo que no le iba a pedir nada a Santa, jajajaja, a ver si es cierto. Estos días hará su cartita, ya veremos qué pide.
¿Cuál es la travesura navideña más reciente que les ha tocado como papás?
M: Hasta ahora, las travesuras navideñas que hemos recibido han sido en Capullos, como las niñas y niños que se despiertan a medianoche para esperar a Santa o que no se quieren dormir para esperar los regalos.
En esas travesuras también hay mucha magia navideña que disfrutamos.
¿Cuál ha sido el regalo navideño más divertido que se han dado cada uno de ustedes?
M: Vivir nuestras primeras navidades siendo papá y mamá de Mariel e Isabel, no sólo han sido divertidas, sino que también mágicas, deseadas y llenas de ilusión.
¿Cuidan su alimentación y rutina de entrenamiento en esta temporada?
Samuel: Navidad y Año Nuevo siempre han sido la prueba de fuego, pero desde hace años empecé a seguir la rutina del 5/11: me levanto a las cinco de la mañana, hago ejercicio, leo los periódicos, preparo los ‘papáncakes’ para Mariel, desayuno saludable, me lanzo a Palacio para tener nuestras reuniones de temas estratégicos, seguridad, supervisión de obras como el metro, eventos, correos.
Ya para la noche regreso a casa para pasar el resto de mi día con Marianis y las niñas, y a las once de la noche toca recargar baterías para darle con todo al día siguiente. Aunque no les voy a mentir, el 25 y el 31 son mis cheat days. Me dejo caer macizo con el pavo, los tamales y el recalentado.
¿Cuál dirían que es el mayor regalo que les dejó el 2025, ya sea en lo personal o lo profesional?
Samuel: En lo personal, sin lugar a dudas, el nacimiento de nuestra princesa Isabel.
Y en lo profesional, que después de cuatro años de mucho trabajo, Nuevo León se consolidara como primer lugar nacional en seguridad, economía, salud, educación, reducción de pobreza y 40 indicadores más, de acuerdo con organismos federales como el INEGI.
¿Qué esperan que nunca cambie de su Navidad?
Samuel: Que nunca cambie el amor, la unión de familia, el deseo de compartir, de dar, de ayudar a las familias de Nuevo León, celebrando en grande y disfrutando de nuestro bello estado.
Esa tradición tan bonita que tenemos de convivir y compartir con los nuestros es algo que queremos preservar para siempre.
¿Qué agradecen más de celebrarla juntos?
Samuel: Agradezco muchísimo las memorias que creamos cada año, en especial estos últimos con las niñas. Eso vale más que el oro. Sobre todo ahora que cada vez somos más.
Tenemos la bendición de ser una familia grande: papás, hermanos, hermanas, primos, sobrinos, suegros y cuñados, mantenernos unidos siempre ha sido lo que le da sentido a estas fechas.
¿Qué han aprendido uno del otro durante estas celebraciones a lo largo de los años?
Samuel: Cada Navidad nos recuerda la importancia de la familia. Hemos aprendido que estar unidos y poner primero a nuestras hijas es lo esencial. Las fiestas nos enseñan a valorar, a escuchar y a ser mejores cada año.
Ya para cerrar, si pudieran darle un regalo simbólico al estado, ¿qué pondrían bajo su pino?
Samuel: Dejaríamos unidad. Que Nuevo León siga siendo ejemplo nacional de empatía, de trabajo en equipo, de siempre salir adelante frente a cualquier adversidad y de un estado que siempre busca el cómo sí.
Quiero que este año vivan una Navidad llena de mucha magia y que el siguiente año tengamos muchas bendiciones que nos sigan permitiendo ser el primer lugar en todo.
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