Sor Juana vuelve a respirar entre las páginas del reconocido escritor Pedro J. Fernández, quien en Yo, Sor Juana, Mujer Volcán, revive a la poeta, la intelectual y la mujer detrás del mito, explorando sus pasiones, sus dudas y el fuego que la convirtió en una de las voces más poderosas de la historia mexicana.
Detrás de cada libro hay una historia, pero detrás de Yo, Sor Juana, Mujer Volcán hay una búsqueda casi obsesiva por entender a una mente que ardió siglos antes que nosotros. Pedro J. Fernández se sumergió entre archivos, conventos y silencios de la historia para darle voz a Juana Inés de la Cruz desde sus entrañas, no como mito, sino como mujer. Su travesía fue tan intensa como la vida de la monja que decidió enfrentarse al mundo con la pluma como su única arma.
“Me gusta contar la historia de Sor Juana porque me encanta contar historias de personajes que al hacerlos héroes, villanos o íconos de la cultura mexicana, les hemos quitado su biografía, entonces decidí que, en mi opinión, eso le pasó a Sor Juana, ya que al momento de convertirla en este gran referente literario o que se haya puesto en un billete, se nos perdió la vida y su trabajo; podemos reconocerla fácilmente, pero dejamos de leerla. Para mí fue un homenaje el decir, ‘Vamos a regresar a Sor Juana, ‘Vamos a regresar a su vida’, ‘Vamos a contar lo que ella vivió’, y a partir de eso que el público lector reconecte con sus letras”, compartió.
Y no sólo escribió un libro, emprendió una expedición emocional hacia el alma de Sor Juana. Entre lecturas antiguas, viajes, noches sin dormir y preguntas que no tenían respuesta, descubrió que la Décima Musa no era sólo una figura de bronce en los libros escolares, sino una mujer que sangró, amó y se rebeló contra su tiempo. Así nació esta publicación, una historia escrita con fuego, paciencia y mucha humanidad.
“Quería que fuera la propia Sor Juana la que nos contara su vida, y a partir de eso se logra retratar una época en específica de México, el siglo XVII, y entender porqué era la monja rebelde. Si entendemos mucho más esta sociedad conservadora, machista y cerrada de esa época, entonces podemos entender que los versos de Sor Juana, finalmente, entendemos que sus actos de rebeldía sí tenían consecuencia, sí tenían efecto y permeaba a la sociedad”, expresó.
Pocos escritores se atreven a desafiar los mitos con tanta pasión. Pedro J. Fernández lo hizo. Durante años investigó documentos, visitó los lugares donde vivió Sor Juana, y se enfrentó al reto de traducir su genialidad a un lenguaje contemporáneo. El resultado es esta novela, la cual mezcla historia y emoción para mostrarnos a la mujer detrás del genio, la carne detrás del mito.
“Para mí, entender a Sor Juana es entender de dónde viene. Contarlo en primera persona también me permite a mí como escritor, explorar otras facetas de ella, a través de su vida, ya que no sólo es Sor Juana en el convento, sino que es ella antes del convento, la relación que tenía con la Iglesia, cómo desarrolla un proceso creativo y cómo se enamora de las letras de otros y cómo llega a la cocina”, añadió.
Antes de escribir una sola palabra, tuvo que enfrentarse al silencio. El silencio de los siglos, el de los archivos, el de una historia escrita casi siempre por hombres. En ese eco encontró a Sor Juana, no como la monja que todos repiten, sino como la mujer que decidió arder para iluminar su tiempo. De esa llama nació este impactante libro.
“El volcán de Sor Juana resultó una figura que nació al inicio del libro cuando lo estaba escribiendo, porque nace en las faldas del volcán. Para mí, era una cuestión de jugar con el concepto del volcán, pero conforme fue avanzando la reacción del libro, fue simplemente que tiene toda esa pasión por descubrir el mundo y explorar diferentes géneros literarios. Ella se convirtió en esta mujer volcán en todos los sentidos. Esta mujer volcán está llena de pasión, pero logra hacer erupción a través del arte”, agregó.
Para escribir, Fernández tuvo que vivir su propio viaje volcánico. Entre lecturas, viajes y desvelos, se metió en la piel de una de las figuras más poderosas de nuestra historia: una mujer que no pidió permiso para pensar. Lo que comenzó como un proyecto literario terminó siendo una experiencia transformadora que lo marcó como escritor y como persona.
“El libro me tomó dos años de investigación y lo escribí a lo largo de seis meses. Fue algo muy intenso y por circunstancias personas tuvo que ser así, sin duda, fue lo mejor para tener ese ritmo de Sor Juana, y sentir ese día a día. Todos los libros tienen un ritmo y una voz narrativa diferente, en este caso, tener una voz barroca que estuviera contando a un lector del siglo XXI implicó mucho trabajo, ya que no se puede perder la monja del siglo XVII y, al mismo tiempo, tener que hablarle a un lector del año 2025. Hubo mucha prueba y error en varios capítulos para ver cómo se iba manejando parte de la trama”, aseguró.
Una década de escritura puede parecer mucho tiempo, pero para Pedro J. Fernández ha sido apenas el inicio de una conversación con la historia. Y es que el autor celebra 10 años de trabajo narrando vidas extraordinarias. Cada título ha sido una experiencia única, una investigación distinta y un encuentro con lectores diversos. En esta ocasión, su pluma vuelve a encenderse para dar vida a una mujer que pensó, escribió y ardió en tiempos donde pensar era un acto prohibido.
“Este es el sexto libro de la serie biográfica, justamente hace 10 años empecé a escribir el primer libro y esto me hace muy feliz por toda la experiencia que ha sido todo esto; han sido diferentes libros y cada uno tiene una personalidad diferente, fue una manera de investigar distinta y también tienen públicos diversos, aunque son parte de una serie, hay lectores que sólo les interesa leer un solo tipo de novela”, dijo.
Sin duda, Sor Juana estaría feliz con la evolución de las letras femeninas, pero desconcertada por el desinterés en la lectura. Pedro J. Fernández revive su voz para reflexionar sobre cuánto hemos avanzado y lo que aún nos falta entender. “Sor Juana estaría muy contenta con la evolución que hemos tenido y sorprendida de la apertura que se están teniendo en muchos temas, que las mujeres ya toman el control de los anaqueles y que publican también, y que nos tienen enamorados con sus letras, con grandes premios, y todo esto no se veía hace 100 años, así que ella se sentiría muy feliz con todo lo que se ha logrado".
"Estaría un poco consternada porque es una mujer que aprendió a vivir de escribir en una época en la que la población que sabía leer y escribir era mucho menor en porcentaje, y sin embargo, le sorprendería que estamos leyendo menos, ya que diría que tenemos mucho acceso a la información y que no lo estamos aprovechando”, concluyó.
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