No cabe duda de que los asesinos en serie han estado dando mucho de qué hablar; empezando por Ed Gein y su impactante serie en Netflix, hasta la miniserie italiana que está causando sensación: “El Monstruo de Florencia”.
A lo largo de cuatro episodios, la producción combina dramatización y reconstrucción documental para explorar los crímenes que aterrorizaron a Florencia durante casi dos décadas, mientras la policía trataba, sin éxito, de atrapar a un asesino en serie que parecía invisible. ¿Te quedaste con dudas de quién fue el asesino? Aquí te explicamos el final.
¿De qué trata “El Monstruo de Florencia”?
La serie comienza con una escena tensa: Paolo y Antonella, una joven pareja, se detiene en un paraje solitario para estar juntos. Minutos después, una sombra aparece entre los árboles y desata el horror.
Así arranca una investigación encabezada por la fiscal adjunta Silvia Della Monica, quien conecta este crimen con una cadena de asesinatos similares ocurridos años atrás.
Poco a poco, el espectador descubre que todos los ataques comparten un patrón: los hombres mueren primero, mientras los cuerpos de las mujeres aparecen mutilados con una crueldad que sugiere odio y obsesión.
En su búsqueda de respuestas, Silvia revisa antiguos expedientes y llega hasta el caso de Barbara Locci, una mujer asesinada en 1968 junto a su amante, crimen por el cual su esposo, Stefano Mele, fue condenado. Pero las inconsistencias en su confesión abren un abanico de teorías que enredan aún más el caso.
El resultado es un viaje entre lo policial y lo psicológico, que no solo intenta resolver los crímenes, sino también mostrar cómo la misoginia y la represión sexual de la época alimentaron una violencia sistemática.

Final explicado de “El Monstruo de Florencia”
En los últimos episodios, la tensión alcanza su punto más alto. Los sospechosos se multiplican, y cada uno parece más perturbado que el anterior. Desde Giovanni Mele, un hombre con oscuros fetiches, hasta Piero Mucciarini, acusado de pertenecer a un grupo de voyeuristas, todos parecen tener algo que ocultar.
Sin embargo, cada vez que la policía cree haber atrapado al culpable, ocurre un nuevo asesinato mientras los sospechosos están tras las rejas. Esta secuencia de errores judiciales deja claro que el verdadero monstruo sigue libre.
El guion, además, plantea una lectura más profunda: que el “Monstruo de Florencia” no fue solo una persona, sino el reflejo de una cultura machista y violenta que permitió que estos crímenes quedaran impunes.
El final no ofrece una resolución definitiva, sino una reflexión inquietante: el asesino pudo haber sido cualquiera de los hombres involucrados, o incluso varios actuando juntos. Es un cierre tan frustrante como realista, fiel al desenlace del caso en la vida real.

¿Salvatore Vinci es el verdadero asesino de Florencia?
Uno de los sospechosos más enigmáticos fue Salvatore Vinci, un inmigrante sardo con un pasado turbio. Según la serie, Vinci fue acusado de haber matado a su primera esposa simulando un suicidio con gas tóxico, aunque nunca fue condenado.
Años más tarde, reapareció vinculado al crimen de Barbara Locci, y la policía sospechó que podría ser el verdadero asesino en serie, pues su perfil encajaba perfectamente: manipulador, violento y con un historial de abusos sexuales.
Algunos testigos aseguraron que mantenía relaciones con Stefano Mele y que ambos habrían obligado a Barbara a participar en actos sexuales contra su voluntad. Además, su segunda esposa, Rosina Massa, relató conductas sádicas y controladoras que coincidían con la personalidad del asesino.
A pesar de las pruebas circunstanciales, el caso contra Vinci se desmoronó por falta de evidencia sólida. Fue absuelto en 1988 y desapareció poco después, alimentando aún más la teoría de que él podría haber sido el verdadero “Monstruo de Florencia”. Curiosamente, los asesinatos cesaron justo después de su liberación.

¿El verdadero asesino de Florencia fue atrapado?
No. Hasta el día de hoy, el “Monstruo de Florencia” nunca fue capturado. Durante los años noventa, la policía llegó a detener a otro sospechoso, Pietro Pacciani, un campesino violento con antecedentes de agresión sexual, pero tampoco se encontraron pruebas concluyentes.
Las teorías no han dejado de multiplicarse: algunos creen que los crímenes fueron obra de una secta satánica, otros los relacionan con redes de pornografía o incluso con el famoso asesino del Zodiaco en Estados Unidos. Pero ninguna versión ha podido demostrarse.
Más allá de la identidad del asesino, “El Monstruo de Florencia” deja una reflexión inquietante: los crímenes no solo fueron posibles por la maldad de un individuo, sino por una sociedad entera que falló en proteger a las mujeres. El terror no termina con un rostro revelado, sino con la certeza de que la justicia nunca llegó.
¿Lo sabías?
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Coordinadora de Chic Magazine digital. Egresada de la Licenciatura en Comunicación de la FES Acatlán. Vivo de cine, los libros, videojuegos y la buena comida.
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