En el marco de la celebración del 28 de agosto, invitamos a seis parejas junto a sus nietos a un photo shooting para conmemorar este día. Ellos son símbolo del amor que trasciende en las familias, llenos de cariño, con el amor infinito, siendo compañeros de juegos, aventuras y partícipes de los logros de cada día. Siempre dispuestos a la voz de los nietos, consejeros y sabios por naturaleza. Quienes tienen abuelos, son afortunados.
Nuri y Eduardo
Ellos son una pareja ejemplar, pues llevan un matrimonio lleno de amor, compartiendo en familia y en el trabajo, por lo que se sienten felices de cumplir 55 años de casados.
Ser abuelos de Abraham, Elías, Anuar, Ángela y Amaia es una etapa maravillosa que han disfrutado desde hace 23 años, que llegó a sus vidas su primer nieto, quien de cariño les comenzó a decir “Beba y Bebo”, por lo que ahora todos les llaman “Los Bebos” y les encanta.
Por años, el domingo es el día de la comida familiar, donde todos aprovechan para verse y convivir, ya que algunos nietos ya estudian fuera.
Nuri afirma que ser abuelo siempre ofrece variedad de emociones, ya que se comparten nuevas experiencias. Siempre han sido una familia muy unida y les gusta mucho la convivencia, una de las tradiciones que más disfrutamos es recoger los Huevos de Pascua en Parras.
“Es muy divertido porque los niños pintaban los huevos y nosotros los rellenábamos de dulces y hacíamos un huevo negro, que era el premio mayor, y tenía 200 pesos. Así que todos los nietos iban atrás del huevo negro. Algunos huevitos traían harina, por lo que todos se rompían en la terraza. Sin duda han sido buenos momentos de mucha diversión”, explica Nuri.
Los cumpleaños también los festejan en familia, ya que: “Después de la piñata hacemos una reunión, donde les leemos o les decimos algo especial”, agrega.
Con la llegada de la última nieta, Nuri y Eduardo comparten que estén encantados disfrutándola al máximo.
“Como abuelos nos sentimos felices y agradecidos con Dios de poder realizar viajes de aniversario todos juntos. Es una experiencia maravillosa ser abuelos y compartir estos momentos”, concluye.
Charito y Tito
Ellos tienen 37 años de casados y hace casi cuatro años tuvieron la dicha de debutar como abuelos de Regina y posteriormente de María Isabel: “Son nuestras princesas, nos dicen Abu y Tito”, dice Charito.
Charito asegura que disfrutan todo de ellas, desde sus primeras palabras, sus expresiones, sus gestos, cuando prueban por primera vez un alimento, su temperamento que se asoma ya en sus acciones, la carita de emoción cuando les gusta algo y hasta la manera en que exploran el mundo.
“Quizá los padres están tan ocupados en proveer a sus hijos materialmente y en educarlos, con la responsabilidad que implica, que dejan de apreciar cada instante de su desarrollo. Y los abuelos estamos para soñar con ellos, para alcanzar estrellas y observar las nubes, contar cuentos y hacer pijamadas”, indica Charito.
A Charito y Tito les encanta ir a Parras con sus nietas, porque consideran que no hay mejor esparcimiento para los niños que estar en contacto con la naturaleza, juntar hojas, hacer una fila de piedritas, caminar entre los árboles; y encontrarse con animalitos del campo es toda una aventura.
Siempre esperan con gran ilusión las comidas familiares, aunque a Charito después le da risa ver el desorden en que queda la casa, entre las mascotas y los bebés.
“Ser abuelo para nosotros ha sido una bendición que llega a nuestra vida a renovarla. Es ver trascender nuestro amor y legado en criaturas maravillosas que con un abrazo y su sonrisa dan magia a nuestra vida. Basta escuchar que se abre la puerta y el ‘Hola Abu’, para que nada sea más importante, para dejar de hacer lo que estás haciendo y pasar unos instantes con su hermosa compañía”, comparte Charito.
“Agradecemos a Dios el gran regalo de ser abuelos y la gran oportunidad de poder ser un poco niños y un poco abuelos, sin temor a no educarlos y solo dedicarnos a amarlos”, finaliza.
Cristina y Carlos
Cristina señala que: “En esta nueva etapa de nuestras vidas estamos muy felices, pues tenemos 32 años de casados y somos abuelos de nuestra primera nieta, Jimena, quien todavía no habla, pero me encantaría que me dijera abuela, como le decían sus nietos a mi mamá”.
A Cristina y Carlos les encanta la vida en familia, por lo que los domingos cada 15 días comen todos juntos y los miércoles, y cada vez que se puede, la abuela ve toda la tarde a su “chiquitina preciosa”, como le dice de cariño a su nieta.
“Estamos felices disfrutando al máximo a la chiquitina, próximamente iremos a la playa todos juntos y el mes de diciembre será muy especial, porque Jimena cumplirá su primer año”, concluye.
Cala y José
El 23 de agosto, Cala y José cumplieron 35 años de feliz matrimonio y hoy se consideran muy afortunados, porque son los orgullosos abuelos de Cristy y José, quienes les dicen de cariño Tita y Tito, mientras que ellos les dicen de cariño chiquitines.
Lo que más disfrutan es escuchar a sus nietos hablar, pues es una etapa en la que usan sus propias palabras.
“Nos juntamos a comer en mi casa todos los jueves y los domingos en casa de la bisabuela. Celebramos la Pascua escondiéndoles en el jardín sus huevitos y es increíble verles sus caritas de emoción”, dice Cala.
“Acostumbramos ir a esquiar en enero toda la familia: hijos, papás y nietos; y en verano disfrutamos de ir a la playa todos juntos”, finaliza José.
Pily y Darío
Hace dos años y medio, Pily y Darío fueron abuelos por primera vez y hoy consideran que es lo más bello que existe.
“Somos abuelos de Emma y Manolo, quienes vinieron a llenar nuestras vidas de una energía y una alegría muy especial, siempre dando gracias a Dios por tan lindo regalo”, dice Pily.
Les encanta compartir con sus nietos muchas actividades, desde cantar, dar un paseo, jugar, nadar, cocinar y hasta tener tiempo especial con cada uno. “¡Ser abuelo es lo máximo!”, recalca.
Finalmente, Pily asegura: “Para Darío y para mi ser abuelos es ver una extensión de nuestra descendencia, mirar sus caritas es ver reflejado el amor de Dios; es simplemente maravilloso”, concluye.
Rosantina y Mauricio
Con 36 años de casados, Rosantina y Mauricio se siente felices y agradecidos con Dios por su familia. Una fecha muy significativa para Rossy y Mauricio fue el 10 de Julio de 2014, cuando fueron abuelos por primera vez. El primer nieto fue Mauricio, que lleva el nombre de su abuelo y papá. Fue muy emocionante cuando empezó a hablar y les llamaba “Lela y Lolo”, con el paso tiempo son los abuelitos.
Rossy comparte que la pequeña Fátima es una niña muy dulce y que a ella le dice siempre “Abu”, lo cual le encanta.
El tiempo en familia es muy importante y, como los nietos crecen tan rápido, siempre lo aprovechan, por lo que todos los jueves es tradición comer en casa de los abuelos, pues los pequeños siempre quieren estar con ellos.
En especial, Rossy les dice “Amor” a sus nietos y una de las fechas que siempre comparten en familia es la Navidad en casa. Mientras que el Fin de Año lo pasan en algún lugar, pero todos juntos en familia.
En estos momentos están muy felices, porque esperan la llegada de su quinto nieto para enero de 2022.
Finalmente, Rossy dice: “Mis nietos son mi adoración, ¡los amo!”, platica.
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