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Estudiar en el extranjero: Una guía completa para convertir el sueño en realidad

Si este 2026 planeas cumplir el propósito de viajar en el extranjero, esta información te interesa.

Estudiar en el extranjero: Una guía completa para el 2026 (Foto: Freepik)
Estudiar en el extranjero: Una guía completa para el 2026 (Foto: Freepik)
Andrea Bouchot
Andrea Bouchot

La idea de estudiar en el extranjero puede parecer distante o incluso inalcanzable para muchos jóvenes mexicanos. Sin embargo, la realidad actual es muy diferente: cada año, más de 30 mil estudiantes mexicanos cruzan fronteras para cursar estudios superiores, según datos de la Secretaría de Educación Pública.

Y aunque el camino puede parecer complejo, con la información adecuada y una planeación estratégica, esta experiencia transformadora está al alcance de quienes se atrevan a trazarla como meta.

Para entender mejor este proceso, conversamos con Alejandro Gil, Gerente de Evaluaciones y Certificaciones de Pearson México, quien compartió una perspectiva integral sobre cómo navegar cada etapa del camino: desde los primeros pasos de planeación hasta los aspectos financieros y las certificaciones necesarias para abrir puertas en las mejores universidades del mundo.

Preparación y planeación desde cero

El punto de partida puede marcar toda la diferencia. Para alguien que apenas comienza a considerar la posibilidad de estudiar fuera de México, Gil es claro en su recomendación: "El primer paso es tener claridad sobre el objetivo: ¿quieres especializarte, vivir una experiencia internacional o abrirte a nuevas oportunidades profesionales? Una vez definido, el siguiente paso es investigar universidades, programas y requisitos de ingreso, que casi siempre incluyen el dominio del inglés y una certificación oficial."

Esta claridad inicial no es un detalle menor. Define no solo el tipo de programas a los que se aplicará, sino también el país destino, los requisitos específicos y hasta las estrategias de financiamiento más adecuadas. Y en este contexto, la certificación del idioma inglés se ha convertido en un elemento fundamental del proceso.

"En México, la demanda por certificaciones de inglés está creciendo como nunca", explica Gil. "Un examen reconocido internacionalmente como el Pearson Test of English (PTE) no solo valida el nivel de inglés de los estudiantes, también ahorra tiempo y trámites, ya que es aceptado por más de 3,000 universidades y por gobiernos de países como Canadá, Reino Unido, Australia y Nueva Zelanda."

La conclusión que comparte es directa y práctica: "Entre más pronto empieces, más opciones reales tendrás."

Pero ¿cuánto tiempo anticipado es realmente necesario? Según la experiencia de Gil, la ventana ideal es amplia: "Lo ideal es comenzar entre 12 y 18 meses antes. Ese margen te permite comparar programas, preparar documentos, mejorar el nivel de inglés y aplicar a becas o apoyos financieros con calma. Además, reduce el estrés y da tiempo para tomar decisiones informadas, desde la elección del país hasta el tipo de alojamiento."

Este periodo no es arbitrario. Permite que el estudiante evolucione de manera orgánica en su dominio del idioma, que investigue a profundidad las opciones disponibles y que construya una aplicación sólida y coherente. Pearson, como institución, ha desarrollado un enfoque integral para acompañar este recorrido:

"En Pearson acompañamos ese proceso a través de un ecosistema educativo integral que apoya al estudiante desde que inicia su aprendizaje del idioma hasta que alcanza sus metas académicas o profesionales, con herramientas digitales, métricas claras y soluciones personalizadas que impulsan un aprendizaje con propósito."

Uno de los aspectos que Gil enfatiza con mayor fuerza es la importancia de no pasar por alto ciertos elementos que, aunque parecen secundarios en la etapa inicial, pueden tener un impacto significativo más adelante: "Muchos estudiantes se enfocan solo en elegir la universidad, pero olvidan aspectos clave como el presupuesto de vida, los seguros médicos, la adaptación cultural o los tiempos de trámites."

Y añade un punto crucial que muchos aspirantes descubren demasiado tarde: "Otro punto que suele subestimarse es la elección de una certificación de inglés válida en el país destino. Eso puede marcar la diferencia entre avanzar sin contratiempos o tener que repetir procesos. El PTE, por ejemplo, ofrece esa ventaja: es 100 % digital, rápido y aceptado globalmente, lo que permite a los aspirantes demostrar su nivel sin obstáculos ni retrasos."

El dominio del inglés, en particular, no es solo un requisito burocrático sino una herramienta que transforma toda la experiencia. Gil lo plantea con claridad: "Influye muchísimo. El inglés no solo es un requisito, sino una herramienta que multiplica las oportunidades. Un buen dominio del idioma facilita la integración, la participación en clases, el acceso a becas y la posibilidad de trabajar mientras estudias."

Las cifras que comparte son reveladoras del panorama actual: "Además, el inglés es una de las competencias más valoradas en el mercado laboral: más del 50 % de las vacantes mejor remuneradas lo exigen como requisito. Sin embargo, en México, solo el 12 % de los estudiantes puede comunicarse con eficacia en inglés. Certificar el idioma no solo abre puertas académicas, sino también laborales y profesionales a nivel global."

Cuando se le pregunta sobre el error más común que observa en los estudiantes, Gil no duda: "El principal error es esperar demasiado para empezar. Muchos dejan la certificación del idioma o la búsqueda de becas para el final, y eso limita sus opciones. Otro error común es no revisar los requisitos específicos de cada universidad o país. Cada institución tiene sus propios estándares, y estar bien informado desde el inicio evita retrasos, gastos innecesarios y frustraciones."

El punto de partida puede marcar toda la diferencia (Foto: Freepik)
El punto de partida puede marcar toda la diferencia (Foto: Freepik)

Finanzas y becas: cómo hacer que sea posible

El aspecto económico suele ser la primera barrera percibida por quienes sueñan con estudiar en el extranjero. Sin embargo, Gil presenta una visión más optimista y actualizada de las posibilidades reales: 

"Esa percepción ha cambiado. Hoy existen numerosas becas, apoyos institucionales y créditos educativos que hacen posible estudiar fuera. Además, muchos países ofrecen facilidades para estudiantes internacionales, como trabajos de medio tiempo o programas de apoyo a la vivienda."

Los números respaldan esta transformación en las oportunidades disponibles: "Cada año, más de 30 mil mexicanos estudian en el extranjero, según datos de la SEP. Sin embargo, solo una fracción obtiene becas completas, en muchos casos por falta de planeación o de información."

El fenómeno, además, es global y está en expansión. Gil comparte datos reveladores sobre la movilidad estudiantil internacional: "A nivel global, la movilidad estudiantil sigue creciendo: de acuerdo con el Institute of International Education (IIE), más de 6.5 millones de estudiantes cursan actualmente estudios superiores fuera de su país. Los destinos más populares siguen siendo Estados Unidos, Reino Unido, Australia y Canadá, países que han reforzado sus políticas para recibir estudiantes internacionales. Por ejemplo, un reporte de ICEF Monitor 2024 muestra que Canadá incrementó en 30 % los permisos de estudio emitidos el último año."

Su conclusión es contundente: "Así que sí, es posible; lo importante es planear y prepararse con tiempo."

En cuanto a las opciones específicas de financiamiento para estudiantes mexicanos, Gil detalla un abanico amplio de posibilidades: "México tiene múltiples opciones. Programas como la Beca Chevening (Reino Unido), Fulbright-García Robles (EE. UU.), Erasmus Mundus (Europa), así como apoyos nacionales como los del FIDERH, FUNED o AMEXCID, permiten financiar parcial o totalmente estudios de posgrado."

Los ejemplos concretos que comparte ilustran tanto las oportunidades como la competencia: "En 2024, 34 mexicanos fueron seleccionados para la Beca Chevening, una de las más competitivas del mundo, y lo que los distinguió fue su preparación anticipada y la claridad con la que contaron su historia personal."

Entre las opciones nacionales, destaca especialmente el FIDERH: "Por su parte, el FIDERH se ha consolidado como una opción clave: otorga créditos educativos con una tasa anual variable de alrededor del 5%, mucho más baja que la de un crédito bancario. En 2024, recibió cerca de 1,800 solicitudes y financió aproximadamente 1,000 estudiantes para cursar programas en universidades extranjeras."

Pero el financiamiento es solo una parte de la ecuación económica. Elaborar un presupuesto realista requiere una visión integral de todos los gastos involucrados. Gil ofrece una guía práctica: 

"Lo primero es investigar el costo de vida del país destino (renta, alimentación, transporte, seguro médico, materiales académicos y gastos personales) y elaborar un presupuesto mensual en la moneda local."

Para poner las cifras en perspectiva, comparte un ejemplo concreto: "Por ejemplo, un posgrado en el Reino Unido puede costar entre 20 mil y 60 mil libras esterlinas al año, mientras que el costo de vida mensual en ciudades como Londres va de 1,000 a 2,000 libras."

Su recomendación estratégica es clara: "La clave es diversificar las fuentes de financiamiento: combinar becas, créditos educativos y ahorros personales. También es recomendable abrir una cuenta internacional o digital para minimizar comisiones, y planificar tanto la estancia como el regreso y los compromisos financieros futuros."

La importancia de un plan financiero sólido no puede subestimarse. Gil lo considera fundamental: "Un plan financiero bien estructurado te permite evaluar la viabilidad del proyecto, aprovechar becas y mantener estabilidad durante los estudios. Recomiendo elaborar un presupuesto realista que incluya todos los gastos (matrícula, alojamiento, alimentación, transporte y salud), buscar esquemas de financiamiento mixtos y aprovechar beneficios estudiantiles, como descuentos o programas de empleo temporal."

Los beneficios van más allá de lo puramente económico: "La planeación financiera brinda libertad, reduce el estrés y permite disfrutar plenamente la experiencia académica."

En cuanto a los errores financieros más comunes, Gil identifica patrones recurrentes: "El más común es subestimar los gastos diarios o depender de una sola fuente de ingresos. También olvidan considerar los tipos de cambio, los seguros médicos internacionales o los costos por materiales de estudio. Planear con tiempo y diversificar fuentes de apoyo es lo que marca la diferencia entre una experiencia complicada y una exitosa."

El principal error es esperar demasiado para empezar (Foto: Freepik)
El principal error es esperar demasiado para empezar (Foto: Freepik)

Exámenes, certificaciones y admisiones

La última etapa del proceso, pero no por ello menos crucial, tiene que ver con las certificaciones y exámenes que validan la preparación del estudiante. Gil explica cuáles son las más solicitadas: 

"Las universidades más reconocidas suelen pedir certificaciones de inglés como el PTE (Pearson Test of English), que se ha convertido en una de las más confiables y accesibles por ser 100 % digital, flexible y reconocida por universidades y gobiernos en Canadá, Reino Unido, Australia y Nueva Zelanda."

El valor de estas certificaciones trasciende el simple cumplimiento de un requisito: "Contar con una certificación internacional te permite demostrar tu nivel de inglés de manera objetiva y aplicar con confianza, sin que el idioma sea una barrera para acceder a becas o programas académicos."

El peso que estas certificaciones tienen en el proceso de admisión es considerable. Gil lo describe así: "Tienen un peso determinante. Son la herramienta más objetiva para medir la capacidad de los aspirantes de desenvolverse en un entorno académico internacional."

Y comparte datos que confirman su relevancia también en el ámbito profesional: "Un informe de Pearson 2024 destaca que el 80% de los reclutadores considera las certificaciones oficiales de idioma como un factor que influye positivamente en sus decisiones de contratación. En el ámbito académico ocurre lo mismo: una certificación sólida puede ser el factor decisivo para obtener una beca o un lugar en la universidad deseada."

Ante la pregunta de cómo prepararse sin sentirse abrumado, Gil ofrece un enfoque equilibrado: "La clave está en la constancia y la planificación gradual. Pearson ofrece materiales oficiales y plataformas digitales con simuladores que permiten practicar con el formato real del examen. Hacer ejercicios cronometrados y enfocarse en mejorar habilidades específicas ayuda a ganar confianza. Más que estudiar de forma intensiva, se trata de aprender con propósito y ritmo."

El respaldo institucional también juega un papel importante: "Además, Pearson proporciona un ecosistema educativo completo que acompaña al estudiante desde los primeros niveles hasta la certificación, con tecnología e innovación centradas en el progreso individual."

Desde la perspectiva técnica, Gil explica cómo se evalúa realmente el dominio del idioma en estos procesos: "No se trata solo de medir gramática o vocabulario, sino la capacidad de comunicarse efectivamente. El PTE utiliza inteligencia artificial para evaluar las habilidades de hablar, escuchar, leer y escribir de forma imparcial y precisa, garantizando resultados confiables y alineados con estándares internacionales."

Una herramienta particularmente innovadora que destaca es la Escala Global del Inglés: "Además, desarrollamos la Escala Global del Inglés (GSE), una herramienta que ubica a cada aprendiz en un rango del 10 al 90, trazando una ruta de avance medible, coherente y personalizada, que se adapta a diferentes edades, contextos y objetivos."

Finalmente, cuando se le pregunta qué consejos daría para destacar en una solicitud y aumentar las posibilidades de ser aceptado, Gil resume así su experiencia: 

"Ser auténtico, coherente y estratégico. Las universidades valoran la claridad de propósito y la congruencia entre los objetivos personales y académicos. Una carta de motivación honesta, un plan de estudios sólido y una certificación reconocida internacionalmente, como el PTE, son claves para abrir puertas. Prepararse con tiempo, buscar asesoría y proyectar seguridad puede marcar la diferencia entre 'aplicar' y realmente ser elegido."

Esta última reflexión resume, en esencia, todo el proceso: estudiar en el extranjero es una meta alcanzable para quien esté dispuesto a planear con anticipación, informarse a profundidad, estructurar un plan financiero sólido y certificar sus competencias de manera oficial.

No se trata de un privilegio reservado para unos pocos, sino de una oportunidad real que exige preparación, constancia y claridad de propósito. Con las herramientas adecuadas y el momento correcto para comenzar, el sueño de formarse en una universidad internacional puede convertirse en una realidad transformadora.

¿Lo intentarás?


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Nota escrita por
Andrea Bouchot
Andrea Bouchot andrea.bouchot@milenio.com

Coordinadora de Chic Magazine digital. Egresada de la Licenciatura en Comunicación de la FES Acatlán. Vivo de cine, los libros, videojuegos y la buena comida.

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