
La piel está regulada por sus propios relojes circadianos, ritmos biológicos de 24 horas que coordinan las actividades celulares. Muchas funciones de la piel oscilan con un ritmo diario. Por ejemplo, la proliferación de células, la reparación del ADN y la actividad de la hormona de crecimiento alcanzan su punto máximo mientras duermes, y la permeabilidad de la barrera y el flujo sanguíneo fluctúan entre el día y la noche.

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El sueño está estrechamente relacionado con estos ritmos. Sin embargo, interrumpir el sueño puede de sincronizar el reloj de la piel. Ya sea por privación de sueño, un horario irregular o simplemente una mala calidad de sueño, la descoordinación circadiana puede afectar la capacidad de la piel para repararse adecuadamente.
Incluso una pérdida mínima de sueño se asocia con piel más seca y una integridad de la barrera de la piel deteriorada, esto afecta significativamente en una mayor pérdida de agua transepidérmica.
¿Por qué es importante el sueño para las funciones de la piel?
Cuando la calidad del sueño es mejor, la piel se repara más rápido, recuperando la retención de humedad de manera más efectiva. Por el contrario, la falta de sueño deja la barrera alterada, lo que lleva a sequedad, irritación y una recuperación más lenta de la capa protectora.
Más allá de la integridad de la barrera de la piel, el sueño también influye en la permeabilidad de la piel, es decir, la facilidad con la que las sustancias penetran la capa externa.
La permeabilidad es naturalmente mayor durante la noche que durante el día, alcanzando su punto máximo alrededor de las 4:00 AM, lo que puede ayudar a explicar por qué los síntomas de eccema suelen empeorar por la noche. Todos los productos se absorben más eficazmente durante esta ventana, mejorando la potencia de los hidratantes, cremas reparadoras o incluso medicamentos tópicos como los esteroides.
En otras palabras, los procesos restauradores del sueño no solo fortalecen la barrera, sino que también optimizan el momento para que el cuidado de la piel penetre y funcione de manera más efectiva.

Por otra parte, el sueño puede tener impactos significativos en los signos visibles del envejecimiento de la piel, como las arrugas y las líneas finas. Las propiedades biomecánicas de la piel empeoran con la falta de sueño. Pero la cantidad de sueño no lo es todo. En un estudio reciente, quienes se acostaban tarde tenían una firmeza y elasticidad de la piel notablemente menores, con arrugas significativamente más pronunciadas en promedio, en comparación con quienes se acostaban temprano.
Un factor que puede contribuir a esta observación es que los niveles de hormonas de crecimiento, moléculas que estimulan la producción de proteínas, alcanzan su punto máximo durante la primera fase del sueño de ondas lentas. Cuando el horario de este sueño se altera, puede inhibir el proceso natural de reparación de la piel y evitar una recuperación completa de proteínas clave para la elasticidad y firmeza de la piel, como el colágeno y la elastina.
Los hábitos de sueño también pueden influir en la producción de aceites de la piel llamados sebo. La producción de sebo es más bajo alrededor de las 4:00 AM y más alta al mediodía, lo que significa que la oleosidad de la piel cambia drásticamente a lo largo del día. Pero algunos patrones de sueño pueden alterar este proceso, ya que quienes se acuestan tarde pueden tener niveles de sebo facial significativamente más altos, lo que puede contribuir al acné y la oleosidad.

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El dormir tarde presenta una menor diversidad microbiana y una población reducida de bacterias beneficiosas. Un microbioma diverso y equilibrado es importante para la salud e inmunidad de la piel. Mantener hábitos de sueño saludables parece apoyar un entorno cutáneo equilibrado.
Aunque la cicatrización y reparación de tejidos dependen de muchos factores, el mal sueño puede dificultar la actividad de los queratinocitos, células que mantienen la barrera cutánea. Cuando estas células se ven afectadas, los procesos naturales de reparación de la piel pueden hacerse más lentos.
Tips para la reparación de la piel mientras duermes
- Prioriza un sueño suficiente y de calidad: Trata de dormir de 7 a 9 horas cada noche. Mantén una rutina constante con la misma hora de acostarte y levantarte para apoyar el ritmo natural de tu piel. Esa consistencia le da a tu cuerpo la ventana que necesita para reparar el ADN y construir colágeno mientras duermes.
- Crea un entorno amigable para la piel al dormir: Prepara tu dormitorio para el éxito: oscuro, fresco y cómodo. La oscuridad fomenta la producción de melatonina, la hormona que ayuda a dormir profundamente. Una habitación ligeramente fresca con ropa de cama transpirable previene el sobrecalentamiento y la pérdida de agua transepidérmica. Si el aire es seco, como suele ocurrir en invierno o en climas desérticos, un humidificador puede ayudar a mantener la hidratación de la piel durante la noche.
- Evita los disruptores del sueño (para tu piel y calidad de sueño): Hábitos nocturnos como la cafeína, el alcohol o el uso de pantallas pueden interrumpir el sueño profundo y reparador que tu piel necesita. El alcohol también puede deshidratar tu cuerpo y piel, mientras que la cafeína y la luz azul de las pantallas pueden alterar el ritmo circadiano natural de tu cuerpo. Prioriza hábitos que ayuden a tu cuerpo a relajarse naturalmente, como atenuar las luces o evitar las pantallas antes de dormir.
- Duerme sobre una superficie limpia y suave: Aunque no lo creas, tu funda de almohada puede afectar la salud de tu piel. Mantener las fundas limpias evita la acumulación de bacterias, y los tejidos más suaves pueden ayudar a reducir la fricción y la irritación.
- Sigue una rutina nocturna enfocada en la reparación: Limpia siempre la piel de la grasa, contaminación, polvo, maquillaje acumulado durante el día, luego aplica tus productos. La noche también es el momento perfecto para usar tratamientos potentes como retinoides o péptidos, que funcionan mejor mientras tu piel está en modo de reparación. Con la permeabilidad y circulación de la piel aumenta naturalmente por la noche, tus productos pueden trabajar mejor mientras descansas.

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Al incorporar estas prácticas, creas condiciones óptimas para que tu piel se restaure durante la noche. Piensa en tu rutina nocturna como el escenario para la recuperación de la piel: tú aportas hidratación, nutrición y un buen entorno, y las células de tu piel hacen el trabajo pesado de regeneración.
Con información de Oneskin.

Soy cosmetóloga recibida de Advanced Medical Aesthetician. Llevo más de 30 años en la práctica, soy apasionada de la piel como símbolo de nuestra salud. Mi filosofía es el positive aging.
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