La música de Marco Padilla, conocido artísticamente como Marcus Mark, nace desde la emoción y la honestidad. Cantautor independiente, su obra se construye a partir de vivencias reales y sentimientos genuinos, esos que muchas veces se callan, pero que él transforma en melodías capaces de acompañar a quien las escucha. Su propuesta se mueve entre lo introspectivo y lo emocional, con letras que invitan a sentir sin miedo y a encontrar refugio en las canciones.
En entrevista, Marco comparte la historia detrás de su proceso creativo, los retos de ser un artista independiente en México y los sueños que lo impulsan a seguir componiendo. Desde la búsqueda de la inspiración cotidiana hasta la disciplina detrás de cada tema, su visión refleja que la música, más allá de una expresión artística, también busca conectar con el alma y recordar que sentir es una forma de sanar.
¿Qué suele inspirarte al escribir una canción: historias personales, emociones, personas, momentos?
Siempre comienzo a partir de una emoción real y de, por supuesto, de aquello que conozco. Cada canción que compongo está pensada para dos cosas: para desahogarme y para poder hacerle saber a alguien que la pasa mal que no está solo. Creo firmemente que la música tiene el poder de acompañar a las personas porque cada canción está cargada de ilusiones y de aquello que provoca que quien escucha no tenga miedo a dejar fluir sus sentimientos. No me gusta escribir acerca de cosas banales. No me sale, no es mi estilo. Siempre busco entregar algo real.
¿Tienes algún ritual o costumbre antes de componer o grabar?
Principalmente para grabar. El proceso de composición se presta a la espontaneidad, pero sí tengo un protocolo cuando se trata de grabar. Siempre debo ordenar mi puesto de trabajo y mi hogar en general. ¿Por qué? Me gusta el pensamiento de que ordenar tu entorno te ayuda a ordenar más tus ideas y a pensar con claridad. Es algo que he implementado desde que comencé a trabajar en mis últimas canciones hasta el momento y me ha resultado de maravilla.
¿Qué parte disfrutas más del proceso: escribir, producir o presentarte en vivo?
Cada elemento tiene su magia y eso es lo que amo de la música. Hay elementos de ese proceso que no me gustan como el estrés, pero cada parte del camino tiene algo especial. Cuando escribo, me encanta poder dejar fluir los pensamientos y que la letra de la canción fluya por sí misma. Son esos momentos en los que uno está siendo genuino y estás en un “trance” total por la música. Eso me parece fascinante. Cuando produzco, me gusta explorar nuevos sonidos y la satisfacción de alcanzar el resultado que buscas. Tocar en vivo es la cereza del pastel, ¿sabes? Existe una euforia enorme cuando escuchas al público cantar junto a ti y saber que están disfrutando del concierto. Son esos momentos en los que dices: “Los sueños se vuelven reales”.
¿Qué buscas transmitir con tus letras o con tu sonido?
Mi objetivo principal es mover emociones. Todos los artistas buscamos algo diferente. En mi caso, busco que te sientas identificado con lo que estás escuchando. Un indicador de que voy por buen camino es cuando mis amigos terminan diciéndome que mi música los conmovió hasta las lágrimas, que les recordó a alguien… Todos vamos a tener interpretaciones y significados distintos de la música que escuchamos, pero mi inquietud primordial siempre será hacer música real sobre emociones reales. Me gusta pensar que en mis canciones pueden encontrar lo que les cuesta decir.
Cuéntanos sobre tu último proyecto o sencillo: ¿cómo nació la idea detrás de esa canción?
Se trata de un sencillo llamado Altar de Amar, mismo que funciona como adelanto de mi nuevo material, Sueños EP, el cual está conformado por cinco canciones que abordan un viaje de autoconocimiento tomando como base la sensación de no pertenecer al lugar en el que estás: conocer tu potencial y sentirte estancado. “Altar de Amar” comenzó a ser compuesta a mitad del 2024. Se trata de una canción muy emocional y energética que habla sobre un amor sincero, real y puro. En ella intento explorar un universo de posibilidades estando juntos, sin importar lo que piensen los demás.
Surgió en un día en búsqueda de inspiración, casi obligándome a componer algo, hasta que dejé fluir mi imaginación. Comencé a sentirme tranquilo y recordando a la persona que mejor me ha hecho sentir: mi pareja. Había una frase del coro que no me terminaba de convencer. Estando en mi casa, levanté la mirada para ver las fotografías que tengo con mi pareja y pensé: “Es como si fuera un altar… ¡Lo tengo!”.
¿Qué te gustaría que el público sintiera o entendiera al escuchar tu música?
Me gustaría que entendiera que “sentir” no está mal. Vivimos callando aquello que sentimos por temor a molestar a alguien, a que nos juzguen o que digan que estamos locos. Yo les invito a que recordemos que no somos de hierro: conocemos la tristeza, el dolor y la incertidumbre. No juzgo a ningún artista, pues cada quién comparte lo que quiere, pero prefiero ser el vocero del corazón.
¿Con quién te gustaría colaborar en un futuro y por qué?
Me gustaría mucho hacer algo junto a Mac DeMarco. Los sonidos atmosféricos y emocionales en sus canciones, sumado a las letras profundas, me hace pensar que alcanzar una colaboración con él resultaría en algo increíble. También me gustaría hacer algo con José Madero. Su estilo es tan versátil que, si te soy sincero, he tenido mis momentos fanboy en los que me imagino cantando junto a él alguna de mis canciones.
¿Cuáles crees que son los mayores retos de ser un artista independiente en México?
El reto de darse cuenta que nadie los va a venir a buscar. He visto a muchos músicos y colegas que no se toman en serio su trabajo: lanzan una canción, unos cuantos videos al respecto… y eso es todo. Creen que la magia se hará sola y no es así. Algo que debemos entender los artistas es que, si de verdad quieres dedicarte a esto, hay que darle la importancia que demanda. Nos excusamos por falta de tiempo, pero la realidad es que esa es solamente una de las tantas dificultades a las que te enfrentarás en la industria musical.
¿Hay alguna canción tuya que consideres especialmente significativa o difícil de escribir?
Hay dos o tres canciones, pero me gustaría centrarme en una canción titulada Sé Que Vendrás, la cual habla sobre una persona que decidió irse sin dar explicaciones. Esa ausencia se siente, pero quizá fue lo mejor para esa persona; así que, en lugar de juzgar, nos quedamos con la esperanza de poder volver a encontrarnos con ella en algún punto. La compuse para un amigo. Desde el primer momento en el que me senté a componer, fue con lágrimas en los ojos. Me cuesta llegar a más de la mitad de la canción porque representa un peso emocional muy fuerte. Me emociona que las personas puedan escuchar esta canción a finales de noviembre.
¿Cómo manejas la difusión de tu trabajo en redes y plataformas digitales?
La manejo de forma completamente independiente: yo me encargo del contenido, de la planeación y ejecución. He utilizado una estrategia que me está funcionando: mezclar la promoción de mi música junto a material humorístico que refleje la cotidianeidad de forma exagerada. Eso ha sembrado interés en el público para ver qué más hay en mis canales.
Afortunadamente hay un club de fans que me ha apoyado a difundir mi material, lo cual me ha permitido conectar con más personas. Ese mismo club de fans hizo una video reacción a un par de canciones y me conmueve hasta las lágrimas. Me emociona saber la manera en la que mi material ha sido recibido.
¿Qué opinas del papel que juegan las plataformas como Spotify o TikTok para los nuevos músicos?
No me termina de encantar. A pesar de que uso redes sociales y me gusta navegar en ellas, lo cierto es que, si no tienes redes, no existes. Todo se basa en números hoy en día. Qué bueno por aquellos que tienen números importantes, pero no deja de ser triste que todo se reduzca a eso. Por otro lado, TikTok ha permitido que muchos artistas emergentes se den a conocer, como Macario Martínez: logró conectar de forma genuina con las personas y ahora tiene una carrera en crecimiento. Tal vez también haya un factor de suerte, no lo sé. Es una dualidad que aún estoy resolviendo.
¿Dónde te gustaría verte en los próximos años como artista?
Sin duda me gustaría ser un artista bien posicionado y, más que nada, poder vivir enteramente de la música y los conciertos. Es un camino difícil y muchos me han dicho que no me haga ilusiones; a pesar de ello, tengo una corazonada que me dice que lo lograré. Tal vez hoy no, ni mañana, pero sé que la música irá guiando mi camino.
¿Qué metas tienes a corto y mediano plazo?
A corto plazo, el lanzamiento de dos EP's y algunos sencillos. Además del Sueños EP, tengo otro EP que estoy preparando, pero ese verá la luz hasta el año que viene, si todo va bien. A mediano plazo, planeo ofrecer más conciertos y, ¿por qué no? Gestionar la posibilidad de hacer una pequeña gira recorriendo algunos estados de la República. Me encanta la sensación de estar en un concierto y mi meta es poder hacerlos más seguidos y mejor producidos.
¿Qué mensaje te gustaría dejar a las nuevas generaciones que también sueñan con dedicarse a la música?
No se rindan, por favor. La música, como cualquier otro ámbito, está llena de obstáculos. Si de verdad quieres hacer esto, no importa lo que hagas: la música estará ahí y podrás hacerla. Desde salir a cantar a la calle hasta hacer contenido en redes y conciertos: ya hice de todo y mis ganas de dedicarme a esto sobresalen de todas las cosas. Con esto viene lo que dije anteriormente: tomarse las cosas en serio. Si estás dispuesto a esto para poder ver triunfar tu sueño, aquí tienes a alguien que ya te admira por el simple hecho de darlo todo. En este sentido, los invito a que escuchen mi música en Spotify como Marcus Mark y a que me sigan en redes sociales como @marcusmarkmusic.
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