Desde temprana edad, los animales formaron parte esencial de su vida, por lo que la zootecnia parecía estar escrita en su destino. Hoy, a través de su profesión, busca retribuir esos momentos compartidos velando por el bienestar de cada especie que atiende.
Valeria, ser veterinaria implica muchas cosas, desde el conocimiento profundo de cada especie, hasta el estudio constante. Pero, ¿qué fue lo que despertó tu interés por esta carrera?
Pues desde que nací en mi casa, llegué a tener diferentes razas de perros, conejos, patos, un camaleón, ¡todo tipo de roedores!; mi regalo de tres años fue una oveja que vivía dentro de mi casa. Crecí rodeada de animales y, conforme pasaba el tiempo, deseaba poder devolverles un poco de todo lo que ellos han significado para mí.
Con la llegada de Tara a tu vida, ¿sientes que ese vínculo reforzó o simbolizó aún más tu amor por los animales?
¡Totalmente! Llevo cinco meses desde que adopté a Tara y nunca había sentido tanta conexión con una mascota. Los animales son tan agradecidos y fieles con las personas que los ayudan, y eso lo he comprobado con Tara.
El vínculo que tengo con ella, a pesar de que no crecimos juntas, me ha dejado claro que ayudar a los animales es lo que más me gusta, y que siempre recibes amor de ellos a cambio.
Sabemos que cada uno tiene su lugar en el corazón, pero si tuvieras que elegir, ¿cuál de tus mascotas representa un lazo especial o tiene una característica que te encante?
Tengo dos mascotas y los amo: Chicken, un gato persa, y Tara, una border collie. Tara vive conmigo y mi gatito vive con mi novio. Ambos llegaron a mi vida en momentos muy distintos y me han enseñado cosas diferentes.
Con Tara tengo un lazo muy especial, ya que vive conmigo y es mi compañera en todo. Me encanta lo fiel que es y cómo nunca se separa de mi lado; parece un pollito siguiendo a su mamá gallina. Además, disfruto compartir lugares pet friendly en mis redes, porque me encanta llevar a Tara a todos lados.
Nos llama la atención que, a pesar de ser alérgica a los gatos, convives con ellos. ¿Cómo manejas esa situación, especialmente al atenderlos como parte de tu profesión?
Creo que la vida siempre pone obstáculos, y en mi caso, ha sido este. Aunque soy alérgica al pelo de todos los animales, nunca dudé de mi vocación ni del amor que siento por ellos.
Dependiendo del tipo de contacto, mi reacción puede ser leve o fuerte, al grado de tener que ir al médico. Muchos se sorprenden de que, aún con esta condición, decidiera dedicarme a los animales, pero con el tiempo he aprendido a cuidarme usando cubrebocas, me lavo las manos seguido y evito el contacto prolongado.
Por eso, mi gatito Chicken no puede vivir conmigo, ya que su pelo me causa mucha alergia. Siempre he dicho que, si pudiera pedir un deseo, sería no ser alérgica a ningún animal.
¿Cómo logras transmitir el mismo cariño, atención y comprensión que les das a tus mascotas, hacia tus pacientes?
Para mí, todos los animales siempre han sido importantes, ya sean mis mascotas, animales callejeros o mis pacientes. Claro que la conexión entre un animal propio y un paciente es diferente, pero eso no significa que sean menos importantes.
Cada paciente es el centro del mundo para alguien, así como lo son para mí los míos. Trato a mis pacientes con calidez y empatía es clave para mí como veterinaria.
Tuviste experiencia trabajando con animales exóticos en el zoológico. ¿Qué te dejó esa etapa y cómo fue aprender de especies tan distintas entre sí?
Ser veterinaria es sorprenderse todos los días. No solo tratamos perros y gatos: somos médicos de todas las especies. Cada animal es único, y conocer su anatomía, hábitos y necesidades me hace amar aún más esta profesión.
Trabajar en un zoológico me mostró cuánto queda por aprender. Cada especie es única, desde la forma en que se alimentan, su hábitat o cómo se reproducen. Me encanta estudiar todas las especies y no solo enfocarme en un área.
¿Consideras que un zoológico puede brindar una buena calidad de vida a los animales, siempre que cuente con los recursos y cuidados adecuados?
Los zoológicos siempre han sido un tema muy controversial, muchas veces considerados como cárceles para los animales.
Antes de estudiar Veterinaria, yo pensaba lo mismo, con el tiempo he comprendido algo que todos deberíamos saber, dadas las condiciones en las que se encuentra el mundo, los zoológicos se han convertido en áreas de protección para muchas especies.
Muchos de los animales que conocemos hoy en día estarían extintos, si no fuera por los programas de conservación de los zoológicos. Claro que siempre considerando que sea un zoológico con buenos cuidados.
Otro de tus grandes afectos parecen ser los caballos, que publicas con frecuencia en tus redes sociales. ¿De dónde nace esa conexión con los equinos?
Los caballos siempre han sido parte de mi vida. Desde los dos años monto, y a los seis gané mi primera competencia. Son nobles, inteligentes y me han dado seguridad en mis momentos más difíciles.
Por eso, quiero especializarme en equinos y ser cirujana, como una forma de agradecerles todo lo que me han dado, han sido algo muy especial para mí, como una forma de agradecerles todo lo que me han dado, han sido algo muy especial para mí.
Durante tu tiempo en el zoológico, ¿hubo algún comportamiento o momento especial con el león que te haya marcado?
El zoológico ha sido uno de los lugares donde más he aprendido a respetar a los animales. Muchas veces se nos olvida que tienen instintos y pueden reaccionar de maneras que no esperamos, por eso es importante tenerles respeto.
Uno de los momentos más especiales que viví fue con un león de 35 años de edad, cuando le di de comer a través de su jaula, estando solo a unos centímetros de él. Fue impactante tener tan cerca a un animal tan grande e imponente.
Pero me di cuenta de algo muy poderoso, mientras yo lo respetara, él también me respetaba. Me impresiona lo inteligentes y justos que pueden ser los animales, a veces incluso más que los seres humanos.
Desde pequeña los animales han estado presentes en tu vida. ¿Sientes que les debes algo por lo que hoy eres y haces?
Definitivamente, los animales me han hecho una persona más empática, fuerte, paciente y perseverante. Me han enseñado a cuidar y respetar la vida de todos los seres vivos, a entender que el amor viene de diferentes formas y que la lealtad es lo más importante. Gracias a ellos descubrí mi propósito en la vida; les debo lo que soy hoy.
También sabemos que sientes una fascinación por las orcas, animales muchas veces incomprendidos. ¿Qué es lo que tú ves en ellas que el resto deberíamos conocer?
Las orcas han sido mi animal favorito desde que tengo memoria. No podría dar una razón exacta de dónde nació mi amor por estas ballenas, pero son muy especiales para mí.
Lamentablemente, los humanos tienen un concepto equivocado sobre ellas, en gran parte por parques como “SeaWorld”, que han dado una imagen muy negativa. A estos animales no se les daba respeto, y por eso tampoco lo devolvían.
Es triste ver que, hasta la fecha, muchas personas no logren ver lo increíble que es esta especie, son inteligentes, sociales y con estructuras familiares admirables. En su hábitat natural nunca se ha registrado un ataque a un humano; de hecho, son muy amigables.
Mi más grande sueño es nadar con orcas en Noruega y verlas libres en el mar.
Y por último, ¿qué representa para ti un animal? Ya sea tu perrito, tus pacientes o cualquier especie que te haya marcado, ¿qué reflejan de ti?
Para mí, un animal es símbolo de pureza, lealtad y vida. Representa la conexión más sincera y el amor incondicional. Me recuerdan quién soy y me inspiran a ser mejor persona día a día. En mí reflejan amor, seguridad y paz. Nunca me voy a cansar de devolverles un pedacito de mi
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