Entre pinceles y maquillaje, Daria Balitskaia transforma la autoestima de las mujeres en un lienzo donde la belleza se vuelve expresión, emoción y arte. Originaria de Rusia, pero con alma adoptiva mexicana, esta beauty creator ha encontrado en el maquillaje un lenguaje universal capaz de conectar culturas, tradiciones y sentimientos.
En esta temporada de Halloween y Día de Muertos, la profesora de maquillaje conversa con CHIC Magazine sobre los límites entre la vida y la memoria, entre la fantasía y la identidad, recordándonos que cada trazo sobre la piel puede ser también una forma de honrar lo que somos… y lo que ya no está.
 
 1. ¿Quién es Daria? ¿Cómo te defines a ti misma?
Soy una mujer que constantemente busca salir de su zona de confort. Mi vida ha sido una suma de transformaciones y aprendizajes: desde chica siempre he querido ser independiente y hacer todo lo que me llama atención. Mi sueño más grande era dedicarme a lo que amo y conocer culturas diferentes.
Dicen, “ten cuidado con lo que deseas” y uno de los momentos más significativos en mi vida fue mudarme de Rusia a México; un cambio profundo que obligó a adaptarme y reinventarme por completo. Mirando atrás, me doy cuenta y sé que me ha tocado ser muchas personas.
Pero el día de hoy soy madre, esposa, emprendedora, educadora y artista. Soy una mujer que, cada día, encuentra nuevas formas de crecer tanto personal y como profesionalmente sin dejar de ser fiel a sí misma.
Actualmente, me enfoco en expandir mis escuelas de maquillaje, tanto en línea como de forma presencial, donde comparto mi método y filosofía de “maquillaje consciente para mujeres reales”. Mis cursos online han tenido gran aceptación entre alumnas de distintos países que buscan aprender de manera práctica y emocionalmente conectada.
Al mismo tiempo, mis workshops presenciales se han convertido en experiencias transformadoras que combinan técnica, empoderamiento y comunidad. El éxito de mis programas me ha permitido consolidar una marca educativa sólida dentro de la industria de la belleza y colaborar con marcas nacionales e internacionales que valoran mi autenticidad y conexión con la audiencia.
Para mí es una forma de demostrar que el maquillaje puede ser una herramienta de crecimiento personal y libertad.
2. ¿Qué aprecias del Halloween y Día de Muertos?
Ambas celebraciones me invitan a la reflexión. Me encanta la estética, los colores y la creatividad de estas fechas, pero lo que más valoro es la profundidad del Día de Muertos. Es un recordatorio de que la vida es efímera y que hay belleza incluso en la fugacidad. Me conmueve esa conexión entre los dos mundos: el de los vivos y el de quienes ya no están, porque nos enseña a aceptar lo inevitable con amor y espiritualidad.
3. ¿Cómo celebras Halloween y Día de Muertos con tu familia?
En casa disfrutamos mucho esta temporada. Decoramos, preparamos platillos de otoño, vemos películas temáticas y salimos a pedir dulces con los niños. Me gusta mantener el equilibrio entre la diversión y la reflexión, permitiendo que mis hijos conozcan el significado de ambas tradiciones, mientras disfrutamos juntos de la magia del momento.
4. ¿En Rusia celebran algo parecido?
No, en Rusia no existe una tradición comparable. El tema de la muerte se trata con mucha seriedad y casi no se habla de ello. Por eso, al llegar a México, me impactó ver cómo aquí se celebra la memoria con color, música y cariño. Me pareció algo profundamente humano y sanador.
5. ¿Qué es lo que más te ha sorprendido de esta tradición mexicana?
La manera en que los mexicanos celebran la vida a través de la muerte. Esa naturalidad, esa conexión espiritual y la forma tan hermosa de rendir homenaje a quienes ya partieron. En Rusia, la muerte es nada más el dolor; en México, también es agradecimiento por la oportunidad de vivir.
6. ¿Qué significa para ti la transformación que ofrece el maquillaje, ya sea para un disfraz o en la vida diaria?
El maquillaje, para mí, es una herramienta de transformación que va mucho más allá de lo estético. No se trata de ocultar, sino de revelar. Cuando una mujer se maquilla desde el amor propio, no se pone una máscara: se prepara para mostrarse con más seguridad. El maquillaje puede cambiar tu rostro, pero sobre todo puede cambiar tu energía y tu actitud frente al mundo.
 
 7. ¿Qué crees que hace especial la experiencia de aprender contigo?
Aprender conmigo es mucho más que aprender a maquillarse. Es un proceso de autoconocimiento. No solo enseño dónde aplicar o cómo difuminar; explico el porqué y el para qué. Me interesa que mis alumnas comprendan su rostro, su estilo y su ritmo de vida, para que el maquillaje se adapte a ellas, no al revés.
Mi enfoque es lógico, práctico y emocional a la vez. Quiero que cada mujer sienta que puede lograrlo, sin frustración, sin miedo, y con la satisfacción de descubrir una versión más segura y auténtica de sí misma frente al espejo.
8. ¿Cómo entiendes la relación entre belleza, vida y fugacidad?
La belleza, como la vida, es cambiante. Pero justo ahí está su poder: en saber disfrutarla en todas sus formas. Para mí, cuidarse y arreglarse no es un acto superficial, sino una forma de honrar el presente, de agradecer el cuerpo y la vida que tenemos hoy. La belleza consciente nace del amor propio y del respeto hacia uno mismo.
9. ¿Has sentido que al maquillarte revives enseñanzas, gestos o memorias de alguien especial que dejó huella en ti?
Sí. Siempre recuerdo a mi primera guía en el mundo de maquillaje, Elena Korolkova. Tenía 18 años cuando fui su modelo de maquillaje. Fue al comienzo de la carrera profesional de Elena, cuando las redes sociales aún no se usaban como portafolio profesional, mientras se estaba preparando para el campeonato de maquillaje en Siberia.
Durante meses me maquilló todos los días y hemos compartido muchas experiencias e historias juntas. Era un trabajo meticuloso, lleno de color, técnica y pasión. Finalmente, ganamos el primer lugar y después viajamos a otros campeonatos en Rusia y Europa juntas. Ver crecer a una campeona de maquillaje mundial fue un aprendizaje muy importante para mí, ahí aprendí que la disciplina y la dedicación son lo más importante.
Y aunque nunca imaginé que años después el maquillaje se convertiría en mi profesión, también aquella etapa marcó algo profundo en mí. Elena me enseñó eso sin decirlo, solo con su entrega. Hasta hoy, cada vez que tomo una brocha, siento su presencia y esa chispa que encendió en mí el amor por este mundo.
10. ¿Hay alguien especial a quien recuerdes durante estas fechas? ¿Qué mensaje te gustaría enviarle?
Sí. A mi mamá. Sé que te preocupaba mucho mi futuro, pero lo logré, mamá. Puedes estar tranquila y orgullosa de aquella adolescente rebelde que conocías. Tu fuerza, tu exigencia y tu amor me siguen acompañando todos los días.
11. ¿Qué es lo más valioso que quieres dejar en quienes te rodean desde tu obra, tu visión o el amor que compartes?
Quiero dejar una idea clara: la belleza no es superficial y no es vanidad. Es una forma de empoderamiento. A través del maquillaje y rituales de belleza, enseño a las mujeres a conocerse, a disfrutar su reflejo y a recuperar su confianza. Cuando una mujer aprende a cuidarse desde el amor propio, se transforma por dentro y por fuera. Esa es mi misión y mi mayor legado: inspirar transformación, no solo estética, sino emocional.
 
 Tags relacionados
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.

 
   
  
  
  
  
 