El cometa 3I/ATLAS pertenece a un grupo de cuerpos celestes que han llegado para causar muchas dudas entre la población de todo el mundo, pues en apenas unos meses ha provocado muchos titulares, ha generado debates científicos y ahora, gracias a nuevos datos de la NASA, sabemos que su propia órbita es la lo más importante para entender de dónde salió.
Aunque su nombre suene complicado, la historia detrás de este visitante es muy importante para entender qué es lo que está pasando. Y es que no solo por lo que sabemos, sino por lo que implica.
¿Cuántos objetos interestelares han existido?
El 3I/ATLAS es el tercer objeto interestelar confirmado en toda la historia humana. Nada mal para un cometa que apenas descubrimos este año.
Lo primero que llamó la atención de los astrónomos fue algo que, para ellos, es muy importante y es la forma de su trayectoria.
A diferencia de los cometas comunes que giran alrededor del Sol siguiendo una curva cerrada, como si dieran vueltas en una pista gigante, el 3I/ATLAS viaja en una órbita hiperbólica.
¿Qué significa la “órbita hiperbólica”?
En términos simples, una órbita hiperbólica indica que el objeto no está atrapado por la gravedad del Sol.
No viene a quedarse, no regresa, no repite ciclos, por lo que solo atraviesa el sistema solar una única vez y sigue su camino hacia el vacío infinito.
Cuando los científicos rastrearon matemáticamente su trayectoria hacia el pasado, la conclusión fue inmediata, pues el cometa no surgió aquí.
El significado del nombre del 3I/ATLAS
Su ruta apunta claramente hacia afuera del planeta Tierra, hacia algún punto desconocido en otra estrella, y quizá miles de millones de años atrás.
Esa es la razón por la que el 3I lleva ese nombre, pues significa “tercer objeto interestelar”.
Antes de él solo conocíamos dos; es decir, el asteroide Oumuamua de 2017 y el cometa 2I/Borisov de 2019. Ahora, 3I/ATLAS se suma.
¿Cómo se formó el cometa 3I/ATLAS?
Según los expertos, la explicación más probable es que 3I/ATLAS se formó en un sistema estelar lejano y, en algún momento, fue expulsado.
Las causas pueden ir desde interacciones gravitacionales con planetas muy grandes, hasta colisiones indirectas que lo lanzaron al espacio interestelar a velocidades impresionantes.
De hecho, las mediciones actuales muestran que 3I/ATLAS se mueve demasiado rápido como para ser retenido por el Sol.
Por eso, mientras atraviesa el sistema solar, los científicos aprovechan cada momento para estudiarlo antes de que desaparezca para siempre.
3I/ATLAS solo estará cerca por un tiempo limitado. Tras su paso por el interior del sistema solar, retomará su viaje hacia el espacio interestelar, sin una ruta fija y sin posibilidad de regreso.
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