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¿El SAT puede ir a tu casa? Conoce cómo funciona la visita domiciliaria

Aquí te explicamos, de forma clara y actualizada, cómo funciona, en qué casos puede aplicarse y qué pasos sigue la autoridad cuando acude directamente a tu domicilio

¿El SAT puede ir a tu casa? Conoce cómo funciona la visita domiciliaria (Foto: Freepik)
¿El SAT puede ir a tu casa? Conoce cómo funciona la visita domiciliaria (Foto: Freepik)
Ana Laura Barroso

La posibilidad de recibir al SAT directamente en tu domicilio puede generar dudas, nervios y un sinfín de preguntas para ti como contribuyente, especialmente ahora que el organismo ha reforzado sus procesos de verificación en 2025. Y aunque suena intimidante, este procedimiento está perfectamente regulado y solo se aplica en situaciones muy específicas.

De esta manera, el entender cómo funciona una visita domiciliaria, qué documentos deben presentar los verificadores, qué te pueden solicitar y cuáles son tus derechos, es clave para evitar malos entendidos. Así que quédate leyendo, porque aquí te explicamos los puntos esenciales de este proceso, para que puedas identificar cuándo es procedente y cómo actuar si alguna vez te ocurre.

¿Cómo funciona realmente una visita domiciliaria del SAT?

La visita domiciliaria del SAT es uno de los procedimientos más formales dentro de la fiscalización en México, y está plenamente regulada por el Código Fiscal de la Federación.

En términos simples, se trata de una revisión en la que auditores autorizados acuden al domicilio fiscal del contribuyente, que en muchos casos coincide con su hogar, para confirmar que todo esté en orden con sus obligaciones tributarias.

Así, este mecanismo ha tomado fuerza en 2025, sobre todo entre personas físicas con actividad empresarial, jubilados, pensionados y contribuyentes que han presentado inconsistencias detectadas vía Buzón Tributario, o cruces automatizados de información.

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¿Qué revisa el SAT en una visita a tu domicilio?

Durante estas visitas, los auditores pueden solicitar comprobantes fiscales (CFDI), registros contables, información de nómina, inventarios o cualquier dato relacionado con el uso de tu RFC.

Y aunque en algunos casos no es necesaria una notificación previa, sí deben entregarte un acta de inicio donde se detalla el motivo de la revisión, su alcance y los funcionarios encargados.

Esta rigurosidad responde al impulso del SAT por combatir prácticas como la facturación inexistente, omisiones en declaraciones anuales o actividades que no coinciden con el perfil registrado del contribuyente.

¿Cómo inicia el proceso de visita domiciliaria y qué documentos te deben de mostrar?

La visita comienza cuando los verificadores llegan debidamente identificados, con credencial oficial y una orden escrita firmada por la autoridad competente.

Este documento debe incluir tus datos, los nombres del equipo auditor, horarios permitidos (máximo 12 horas por día), y la opción de incluir testigos.

Y si no te localizan, el SAT puede dejar un citatorio, siendo así que la revisión puede extenderse hasta 12 meses, con suspensiones en casos justificados.

Una vez concluidas las verificaciones, se levanta un acta final y, si te faltó documentación por comprobar, se te otorgan hasta 20 días para entregarla.

¿Cuáles son tus derechos durante una visita del SAT?

A pesar de lo intimidante que pueda sonar, como contribuyente tienes derechos claros: puedes negar el acceso si la orden no es válida, grabar toda la visita, solicitar asesoría legal en el momento e incluso recusar a un auditor en caso de conflicto de interés.

Y si durante la revisión se detectan irregularidades, podrías enfrentar multas que alcanzan hasta el 130% de lo omitido, o en casos excepcionales, un embargo preventivo.

Sin embargo, siempre existe la opción de impugnar ante el Tribunal Federal de Justicia Administrativa.

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