Construir una relación sólida en medio de agendas públicas y carreras exigentes no es tarea sencilla, pero Luz Ortiz y Hernán Cristante lo han logrado desde el respeto, la admiración mutua y la claridad de prioridades. Ella, reconocida por su labor en la medicina estética y su presencia profesional tanto a nivel local como internacional. Él, exfutbolista y director técnico con una carrera icónica, hoy analista deportivo. Juntos han formado una familia que, lejos del reflector constante, apuesta por la intimidad y por vivir su cotidianidad con autenticidad.
En entrevista, Luz y Hernán nos comparten cómo equilibran el amor, la vida profesional y la crianza, además de reflexionar sobre lo que significa mostrarse como pareja en un entorno donde todo se observa. Desde su vínculo con Toluca —la ciudad que los unió y los hizo un hogar— hasta los valores que rigen su día a día, la charla revela una historia compartida donde ambos se acompañan, se admiran y se inspiran para seguir creciendo, cada uno desde su propia trinchera.
¿Qué significa para ustedes mantener una relación sólida y visible en un entorno donde todo se comenta y se observa?
H: Nos gusta la privacidad, nos gusta aprovechar los pequeños momentos. Para muchas personas puede ser parte de su cotidianidad, pero para nosotros son momentos más que especiales. A veces sí exponemos lo que estamos haciendo, como con naturalidad inherente, pero siempre estará por encima lo mucho que nos disfrutamos que mostrar que lo estamos disfrutando. Los momentos nuestros son muy nuestros.
L: Nosotros todavía estamos “a la antigua” y no somos tanto de fotos o videos. Nuestros momentos privados son nuestro tesoro y uno no muestra su tesoro a cualquier persona. No nos tocó la generación que compartía sus vidas en sus redes sociales, pero creo que ya todos estamos suficientemente expuestos. A mí me gusta informar a mis clientes, aconsejarlos y simplemente poder aportar algo más que simplemente compartir partes de nuestra cotidianidad.
¿Qué valores consideran innegociables en su vida como pareja?
L: Sin duda se tiene que hablar ahí del respeto, de la honestidad, trabajo en equipo. Le damos mucha importancia a la comunicación y al hecho de estar en un estado constante de la primera cita. ¿A qué me refiero? A que debemos actuar como si estuviéramos en una primera cita, en la cual haces de todo por quedar bien: ser caballeroso y demostrar a la otra persona que te sientes atraída por ella. A raíz de ese comportamiento, se busca que esa persona se sienta cómoda a tu lado.
H: Una regla básica es no hacerle a tu pareja lo que no te gustaría que te hicieran. Y eso involucra muchas cosas: entendernos, comunicarnos y tener muchas charlas incómodas sin faltarnos al respeto. Eso, sin ninguna duda, nos hace una pareja muy fuerte.
¿Qué es lo más bonito de compartir la vida con alguien que también es inspiración para otros?
H: Es increíble acompañar a Luz porque no sólo es querida y reconocida en el plano local, también en el internacional. Es agradable ver su trabajo y cómo se ha ganado un lugar como figura social. El hecho de que comparta conmigo sus espacios, sus temas y dejarme aprender de eso, hace que brillen mis ojos cada vez que la veo. Además, es una gran mamá y es fantástico que me permita compartir con ella sus diferentes facetas.
L: Para mí también es un placer porque me abrió los ojos a un mundo que no conocía. Nunca fui admiradora del fútbol, pero me hizo amar este deporte: respetar su trabajo y el sacrificio que involucra estar inmerso en él, ya sea como futbolista o como director técnico. Es admirable la dedicación y el estudio que le ha dedicado a su carrera dentro del deporte. Siempre dije: “Yo quiero ser como él en mi profesión”.
Ambos cuentan con numerosos logros personales y profesionales, ¿cuál es su inspiración en el día a día?
L: Mi familia me mantiene inspirada. Ser mamá y ser esposa me motiva a ser mejor persona cada día por el simple hecho de que tú eres el ejemplo más cercano para un ser humano que acaba de llegar a la Tierra. Ser la esposa de Hernán, quien es una persona extraordinaria en todos los sentidos, también me inspira a ser mejor pareja. Por otro lado, también me inspiran mucho mis pacientes. Cada vez que un paciente entra a mi consultorio, para mí es un honor enorme y una bendición atenderle. Eso me motiva a seguir estudiando y a buscar la excelencia en lo que hago.
H: Hay muchas cosas que nos motivan a ser mejores cada día. Inspiración también es, para mí, compartir momentos, trabajos y ni hablar de nuestro hijo, a quien le queremos dar lo mejor para que crezca de la mejor forma. Esa parte podría ser la más complicada porque no tenemos un manual de cómo criar correctamente a alguien. El amor que nos tenemos mutuamente, también lo tenemos para nuestras profesiones. Hoy mi trabajo es ser analista deportivo en un canal de televisión, pero nunca me he desvinculado del fútbol. No puedo jugar por una cuestión biológica y natural, pero sigo vinculado a lo que amo y a lo que amé toda la vida hacer.

La ciudad ha estado de fiesta por el reciente campeonato luego de 15 años de no conseguir el título. ¿Cómo vivieron este momento?
L: Para mí fue muy emocionante porque yo nunca había visto fútbol con mi hijo. Hernán estaba muy contento y emocionado. Él fue el día de la final a trabajar al estadio. Mi hijo también estaba muy emocionado, pero era una emoción natural, propia que yo nunca había visto en él y que me sorprendió gratamente. Por otro lado, estar en Toluca con mis pacientes fue muy gracioso porque todos llegaron muy felices a la consulta y me felicitaban, aunque yo no tuviera nada que ver (risas). Estoy feliz porque es mi ciudad y es un equipo que quiero mucho gracias a Hernán.
H: Lo viví con mucha alegría por gente que está dentro del equipo y que uno quiere; desde el cuerpo técnico hasta algunos jugadores. Luz dice que fui a trabajar al estadio, pero la realidad es que no lo hice (risas). Grabamos algunas cápsulas, pero lo viví como un hincha más con la tranquilidad que te da la experiencia de haber estado dentro del campo. Esa felicidad en algún momento se transformó en nostalgia. No pude contener las lágrimas y me siento muy agradecido con el club. Me hicieron bajar a la cancha, aunque yo no quería porque me gusta ser muy discreto. Muchos no fueron ni mis jugadores ni mis compañeros, pero me agradecieron por estar ahí, lo cual solamente incrementó la nostalgia que yo sentía. Lo sentí muy mío y agradezco disfrutar de un campeonato desde otra posición.
¿Cuál es su deseo más grande para el futuro?
H: Como papá, siempre mi deseo va a ser ver trascender a sus hijos y todo lo que eso involucra; cuando alguien trasciende es porque está bien de salud, está bien laboralmente y hacen su mejor esfuerzo para ser su mejor versión. Además, mi deseo es seguir viendo a esta mujer encantadora (Luz) a lado de su hijo porque es un gran ejemplo de mamá, una gran mujer. Verla trascender, crecer, superarse, sufrir y tomarse el tiempo de poder seguir preparándose… mi deseo más grande es verla seguir transformándose, como lo está haciendo ahora.
L: Dicen que cuando estás criando un hijo, él va a contar un día cómo fue su experiencia de ser criado por ti. A mí me encantaría que mi hijo, cuando llegue a la edad adulta, diga: “¡Wow, a mí me crió esa mujer!” y de la misma forma con Hernán cuando se refiera a su esposa, orgulloso y con el corazón pleno. Ese es mi deseo, que la historia que cuenten de ti, sea con orgullo y con mucha felicidad.
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