Llegamos a la sesión fotográfica de esta edición. Detrás de la cortina y, como si se tratara de un quirófano, Cara Cabrero está completamente concentrada en su trabajo. Mientras sus asistentes le pasan un cepillo o el spray, ella observa con atención el cabello de la modelo entre sus manos y, al mismo tiempo, mira el espejo frente a ella para ver cómo el peinado va tomando forma.
Sus movimientos son precisos, casi automáticos, gracias a la memoria y la práctica, pero esa concentración no la desconecta de su alrededor y conversa con la modelo, con las estilistas de moda y con todo el equipo, en un ambiente agitado, pero cálido y lleno de risas.
Después de peinar a Flora Silvestre, Irache Pérez y Anaís Fuentes, quienes protagonizan esta portada, Cara se sienta para ser maquillada. Aprovechamos ese momento para conversar con ella. Aquí, la plática donde comparte su concepto creativo para esta sesión y su visión como hairstylist.
¿Quién es Cara Cabrero?
Mi nombre real es un secreto. Cara es un apodo que me dieron desde niña y cuando comencé mi carrera lo adopté porque representa mi parte más auténtica. Yo soy Cara Cabrero: consultora en imagen, una hairstylist muy creativa, la persona más positiva y auténtica.
¿Cómo defines tu estilo como hairstylist? ¿Qué te inspira al crear un look?
Hace poco mi papá me preguntó: “¿No te da nervios llegar a un lugar sin haber practicado antes el peinado que te pidan?”. (Risas) Y confieso que todos los peinados que he hecho tanto sociales como editoriales siempre salen de mi imaginación. Nadie me enseñó a peinar. Al principio sí me ponía nerviosa, pero ese nervio dura un segundo.
En cuanto empiezo, se me olvida todo y actúo en automático. Siempre digo: “No te preocupes, haré que el cabello se vea como lo pides”. Es increíble ver la felicidad de las personas cuando se miran al espejo.
Cuando trabajas en editoriales, ¿cómo transformas un concepto en un peinado?
Va a sonar muy volado, (risas) pero cuando me mandan un moodboard, primero veo las texturas y cierro los ojos para imaginar cómo integrar el cabello en la idea. Pienso en la estructura del cabello y visualizo la sensación que quiero transmitir. Como consultora en imagen, busco equilibrar el rostro de la modelo, la prenda y los accesorios para que todo haga match y no compitan entre sí.
¿En qué te inspiraste para esta edición con Irache, Anaís y Flora?
Esta edición está inspirada en las mujeres. La idea surgió un día en el parque, estaba sentada viendo las nubes y las copas de los árboles. Sentí sus texturas con la mirada e imaginé el cabello integrado a la naturaleza. Armé un moodboard y descubrí que la inteligencia artificial puede recrear estas ideas con imágenes de cabello que se transforma en lluvia, tierra o nubes. Quise que las modelos representaran a muchas mujeres como seres de luz, ángeles, con una energía positiva y una belleza que va más allá de lo físico.
Crecí sintiéndome diferente y queriendo encajar, hasta que entendí que ser distinta tenía un propósito, que podía inspirar a otras niñas a amarse como son.
¿Qué recuerdas de tu primera sesión con CHIC y qué significa para ti seguir aquí nueve años después?
Soy muy romántica, así que prepárate para lo cursi. Mi primera portada con CHIC fue una con temática de mujeres emprendedoras. Recuerdo retroceder unos pasos, ver cómo tomaban las fotos, a Larissa dirigiendo, la maquillista concentrada y pensar: “Al fin estoy en esto que siempre soñé”.
Estaba nerviosa, pero me sentí muy cómoda con el equipo desde el primer día. Hoy, cada vez que hay una portada, no lo veo como trabajo, más bien pienso “voy a ver a mi familia”. CHIC se ha convertido en mi familia creativa. Hemos crecido juntos. Les tengo un cariño enorme. ¡Los amo!
¿Qué importancia tiene el trabajo en equipo en una producción editorial?
Es fundamental, pero se aprende con el tiempo. En este medio el ego puede jugar un papel muy fuerte y cuando el ego gana, nada sale bien. Aprendí que todos son indispensables y que escuchar a cada experto mejora todo. Cuando eso sucede, el trabajo fluye y el ambiente es más ligero.
¿Cómo ha cambiado tu visión de la belleza desde que empezaste con tu carrera profesional?
Llevo casi 10 años en esto y ahora creo que la belleza es cómo quieres expresarte al mundo. Es resaltar lo que te gusta de ti y abrazar lo que no tanto. La belleza está en constante evolución y me encanta que hoy sea más diversa e imperfecta.
¿Qué opinas del papel del cabello en la expresión personal?
Durante años tuve el cabello azul y se me olvidaba que lo tenía así. Era una forma de libertad. He visto a clientas raparse y sentirse más ligeras; a otras, con cabello muy delgado, emocionarse cuando logro que parezca más abundante. Me gusta ver su reacción, es impresionante cómo incluso la postura les cambia cuando se sienten poderosas.
¿Cuál ha sido la transformación más significativa que has presenciado?
Varias, pero una de mis favoritas fue la portada de Halloween con CHIC. Sentí que todo se veía increíble.
Tu definición de éxito:
La Cara de antes diría “todo”. Soy muy ambiciosa. Pero ahora pienso distinto. Hay una frase que me encanta: “Vale más poder brillar que solo buscar ver el sol”. Pasé mucho tiempo corriendo detrás de algo sin darme cuenta de que ya estaba ahí, sin disfrutar el proceso. Hoy celebro cada paso. Esta mañana, mientras me preparaba para venir a la sesión, sentí ganas de llorar de felicidad. Estoy viviendo mi sueño, rodeada de personas que admiro. Eso es éxito para mí.
Si pudieras dejar una enseñanza a las nuevas generaciones de hairstylists, ¿cuál sería?
Que nunca se rindan. Empezar es difícil. Participen en todo lo que puedan, eso abre puertas. Y que valoren su trabajo, su tiempo y su esfuerzo. Sí, da miedo, pero vale la pena.
¿Qué sueños te quedan por lograr más allá del trabajo?
Sueño con que Cara Cabrero sea una marca y ya estoy trabajando en ello. Pero también quiero algo muy personal: juntarme con mis amigos, hacer comida para llevar a personas que viven en la calle… y abrir un refugio para perros.
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