Abrir el refrigerador, sacar las sobras y meterlas directo al microondas es muy práctico y es que lo hacemos para ahorrar tiempo o simplemente por no desperdiciar comida, pero ¿qué alimentos no deberías recalentar?
Detrás de ese hábito cotidiano se esconden riesgos poco conocidos que pueden afectar seriamente la salud digestiva y en algunos casos, algo más; y es que no todos los alimentos reaccionan igual al frío, al tiempo ni al calor… y ahí está el problema.
¿Por qué no es recomendable recalentar alimentos?
Recalentar comida no es peligroso por sí mismo. El verdadero riesgo está en qué alimento se recalienta, cómo se almacenó y a qué temperatura vuelve a calentarse.
Cuando ciertos alimentos se enfrían y luego se vuelven a calentar, pueden cambiar su composición o favorecer la proliferación de bacterias que no necesariamente mueren al recalentarlos.
En muchos casos, el problema real no es el calor, sino el tiempo que el alimento pasó a temperatura ambiente.
Cuando una comida se queda horas fuera del refrigerador, ciertas bacterias comienzan a producir toxinas resistentes al calor. Es decir, aunque el plato “humee” al recalentarse, el daño ya puede estar hecho.
Además, hay alimentos que contienen compuestos naturales, como los nitratos que al someterse nuevamente al calor se transforman en sustancias potencialmente dañinas para el organismo.
El resultado puede ir desde una simple indigestión hasta una intoxicación alimentaria más seria.
¿Cuál es la forma menos dañina de recalentar alimentos?
La buena noticia es que no todo está perdido para quienes viven de las sobras. Recalentar de forma más segura es posible si se siguen algunos pasos:
- Refrigera rápido
Primero, refrigera rápido. Lo ideal es guardar la comida sobrante dentro de las dos primeras horas después de cocinarla.
- Calienta bien
Los alimentos deben alcanzar una temperatura interna de al menos 74 °C para reducir la presencia de bacterias.
- Calienta uniformemente
En el microondas, esto significa usar intervalos cortos, remover el alimento y evitar zonas frías.
- No recalentar muchas veces
Otro punto clave es no recalentar varias veces el mismo platillo.
Cada ciclo de enfriamiento y calentamiento aumenta el riesgo. Si no lo terminaste, es mejor desecharlo que guardarlo “para luego”.
¿Qué alimentos no se deberían recalentar?
Aquí es donde conviene poner especial atención, porque estos alimentos son más problemáticos de lo que aparentan:
Espinacas y verduras de hoja verde
Contienen nitratos que, al recalentarse, pueden convertirse en nitritos y nitrosaminas, compuestos asociados a efectos negativos a largo plazo. Lo mejor es consumirlas recién hechas.
- Pollo
Si no se cocinó o almacenó correctamente, puede albergar bacterias como “Salmonella” o “Campylobacter”. Recalentarlo no siempre elimina el riesgo, sobre todo si estuvo varias horas fuera del refrigerador.
- Huevos
Especialmente en preparaciones cocidas o revueltas, pueden desarrollar toxinas si se dejan a temperatura ambiente y luego se recalientan, causando malestar gastrointestinal.
- Papas cocidas
Cuando se enfrían fuera del refrigerador, pueden favorecer el crecimiento de “Clostridium botulinum”. Si no se refrigeraron correctamente, es mejor no arriesgarse.
- Arroz
Puede contener “Bacillus cereus”, una bacteria que produce toxinas si el arroz se queda fuera por mucho tiempo, incluso antes de recalentarse.
- Carnes procesadas
Recalentarlas, sobre todo en microondas, puede generar compuestos que a largo plazo se asocian con problemas cardiovasculares.
Recalentar comida no es solo una cuestión de sabor o textura, sino de salud. Saber qué evitar y cómo hacerlo marca la diferencia entre una comida práctica y una visita inesperada al médico.
¿Recalentabas estos alimentos?
Tags relacionados
Editora Web Senior en Chic Magazine. Disfruto escribir sobre temas relacionados con celebridades, moda, estilo de vida, salud y belleza.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
