¿Te has sorprendido a ti mismo hablando solo en voz alta mientras trabajas, cocina o simplemente piensas en algo? Bueno, no estás solo, y no es un hábito tan extraño como muchos creen.
Aunque desde hace mucho tiempo, este comportamiento se había relacionado con diversos problemas mentales, hoy la psicología ofrece una nueva perspectiva acerca de esta conducta humana.
¿Hablar solo es signo de locura?
No necesariamente. Si nos damos cuenta, la mayoría comenzamos a hablar solos desde una edad temprana: el jugar con nuestros juguetes y darles vida con nuestra propia voz, es prueba de ello.
Se puede decir que el prejuicio de hablar solo viene desde lo social y lo histórico, ya que desde épocas antiguas, todo aquello que no se entendía al cien por ciento, era castigado desde una óptica religiosa o moral.

¿Cuáles son los beneficios de hablar solo?
De acuerdo con Manuel González Oscoy, profesor de la Facultad de Psicología de la UNAM, el hablar solo permite la autorregulación emocional, refuerza el autoestima y acrecienta el pensamiento abstracto.
Además, el verbalizar nuestros pensamientos, hace más fácil que analicemos los problemas desde diferentes perspectivas.
“A veces podemos ser un poco cautos al expresarnos con otra persona, pero si lo hacemos internamente la situación cambia” resaltó el profesor Manuel González.

¿Por qué hablamos solos según la psicología?
La psicología reconoce al acto de hablar solo como un hábito común, saludable y natural. Además de reconocerlo como beneficioso para la salud mental y cognitiva.
El propio profesor Manuel González, señala que a pesar de que esto sea un diálogo sin censura, debemos de cuidar de no ser severos con nosotros mismos, ya que el transformar el habla en algo destructivo puede ser signo de ansiedad, depresión o baja autoestima.
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